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A unos 15 kilómetros al sur de Madrid se encuentra Getafe. Lejos de considerarse una ciudad dormitorio, esta es una ciudad autosuficiente donde sus habitantes pueden trabajar, estudiar y divertirse sin tener que desplazarse a la metrópoli. Más bien está sucediendo lo contrario. Veamos por qué. A nivel educativo, aquí por ejemplo, se encuentran la Universidad Carlos III, el Conservatorio Profesional de Música o el Centro de Referencia Nacional en Desarrollo Informático y Comunicaciones (CFTIC). Cuenta también con polígonos industriales en los que operan importantes compañías como Loewe, Siemens, Airbus o John Deere… y, además, es el hogar de una de las primeras bases aéreas españolas -se establece en 1911-, aquella en la que Juan de la Cierva hizo volar el primer Autogiro.
La historia de Getafe -o Xatafi, como se la conocía en el medievo- se divide en tres periodos. El primero iría desde la Prehistoria hasta 1326, cuando distintas poblaciones la habitaron, aunque Getafe no existía como pueblo. Existen vestigios romanos (Yacimiento de la Torrecilla, que data de los siglos II y III) y visigodos (en Perales del Río, siglo VII). La segunda empieza en el siglo XIV y acaba en el XX: el poblado empieza a extenderse y desarrollarse. Y en el tercer periodo, que comienza en el siglo XX, Getafe pasa de ser un terreno agrícola para convertirse en un importante núcleo industrial con aumento de la actividad económica, de la población y de sus superficie urbana.
Merece la pena dar un paseo por su historia a través de sus enclaves emblemáticos. La arquitectura de la ciudad esconde uno de sus tesoros más preciados: el Hospitalillo de San José, cuyo origen data de 1507, cuando Alonso de Mendoza, el que fuera mayordomo del Arzobispo Carrillo Albornoz, legó gran parte de sus bienes para levantar un hospital para pobres. Desde entonces su imagen se ha modificado en sucesivas reformas y, a mediados de siglo XX, dejó de figurar en el catálogo de hospitales de Madrid. Actualmente es un centro de Servicios Sociales, pero puede visitarse, sobre todo para contemplar su singular patio interior de dos alturas.
Otro de los monumentos a visitar es la Catedral de la Magdalena, considerada como uno de los mejores ejemplares de la arquitectura renacentista de la Comunidad de Madrid. Aunque el auténtico símbolo de Getafe es el Cerro de los Ángeles, considerado el centro geográfico de la Península Ibérica. Sobre su cima (a una altura 666,235 m) se encuentran la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XIV, y el Monumento al Sagrado Corazón, construido en 1919. En su entorno hay merenderos, caminos de senderismo, juegos infantiles, fuentes... por lo que es muy concurrido por los getafenses para pasar el día.
Visitar los puntos históricos de interés está muy bien, pero la mejor forma de conocer una ciudad y la idiosincrasia de sus habitantes es paseando por sus calles. La más representativa de Getafe es la Calle Madrid, descrita por Juan José García Yuste, poeta y creador del blog Getafe y sus Historias, donde Juan José realiza unos entrañables viajes al pasado. Entre sus múltiples chascarrillos, como el propio Juan José define sus textos, no falta uno dedicado a la concurrida vía que comienza así y que pueden ver entero aquí:
De paseo por la Calle Madrid / Así empieza la historia / hasta cerca de La Gloria./ Antiguo camino viejo / de Madrid a Toledo... / (En Getafe yo me quedo)...
Con frescura, sinceridad y talento, en Getafe y sus Historias Juan José escribe versos sobre calles, monumentos, personajes, locales… del Getafe de ayer acompañándolas con imágenes vintage. “Siempre me ha gustado ver las páginas de fotos antiguas de Madrid y cuando empecé en Facebook no sólo subía fotos, sino que las acompañaba de una poesía. A partir de ahí la gente empezó a mandarme sus archivos e incluso comencé a grabar vídeos. Pensaba en lo que aquí ocurría y había cuando era joven: los establecimientos que estaban, lo que hacíamos en esos paseos, a quién veíamos… y decidí publicarlos. Pedí datos a la gente que no dudó en mandarme sus recuerdos”.
Aunque al escritor le gusta retrotraerse al pasado, Getafe es una ciudad multicultural y moderna que, como el mismo dice “ha cambiado como en todas partes. Sobre todo ha transformado la gente y las costumbres. Esas salidas al fresco en verano cuando cae el sol, esos niños que jugaban a la comba en la calle hasta las tantas, las canciones que cantaban cuando saltaban a la goma, los partidillos de fútbol improvisados… Eso es lo que más ha cambiado”.
La Calle Madrid tiene mucha historia y podría considerarse la arteria principal de Getafe. Juan José recuerda sus orígenes: “Es el camino antiguo que unía Toledo y Madrid. Hasta los Reyes pasaban por ahí. En ellas había muchos espacios donde paraba la gente a descansar”. Hoy siguen yendo y viniendo por esta vía peatonal, donde no faltan las tiendas, las pastelerías o las terrazas.
Es una calle vibrante donde los vecinos quedan para desayunar, pasear al perro o hacer la compra. Destacar, por ejemplo, la pastelería ‘El Valle’, donde todos sus productos son elaborados en su obrador. Tras el mostrador está Marta y nos cuenta que sus croissants son los más alabados de Getafe, “ya que están hechos con mantequilla al 100 %”. En ‘El Valle’ se enorgullecen de haber sido premiados en 2014 por el Mejor postre de Getafe con su especialidad: El Capricho, “a base de bizcocho de almendra, crema de limón y merengue flambeado”. Además de dulces, aquí elaboran otras delicatessen saladas como empanadas, agujas de ternera y tartas -por encargo- de salmón, gambas o atún. Y todo “elaborado a diario”.
Otro de los locales a destacar en el número 30 de la famosa calle getafense es ‘Oskar Burger’. Porque sí, también en la periferia se pueden degustar hamburguesas batalleras. Este templo de la comida rápida abrió en 1979, a la par casi que los famosos emporios dedicados a este plato universal. De lunes a jueves ofrece un menú -servido en bandeja, no en plato, para que quepa bien la contundente ración- en el que hay que elegir entre una hamburguesa clásica, un sandwich mixto o dos perritos calientes acompañados de patatas fritas, además de una ración de aros de cebolla, nuggets de pollo, ensalada o palitos de mozzarella. Y todo por 5,50 euros. No es de extrañar que el local tenga hasta club de fans en redes sociales.
En medio de la calle Madrid se encuentra una de las fuentes más curiosas: La Cibelina, una reinterpretación de la famosa Cibeles y que sirve de lugar de celebraciones a los seguidores del Getafe Fútbol Club. Para contemplarla en todo su esplendor, no hay más que sentarse en alguna de las mesas de la terraza de ‘La Cibelina’, un café de aire chic y parisino cuya principal baza es el café que presentan en múltiples versiones: moka, vainilla, caramel, shakeratto, flat white, jamaicano… y una carta con diversas propuestas dulces y saladas para acompañar.
Amén de las franquicias habituales que salpican a lo largo y ancho de la Comunidad de Madrid, en Getafe existe una propuesta gastronómica propia con seductores locales. Por ejemplo, ‘Casa de Pías’, centrada en la cocina de mercado y cuyos platos se basan en recetas tradicionales con toques modernos y utilizando siempre productos de primera calidad. “Getafe es un territorio seco, por lo que aquí siempre se ha dado mucho olivo, alcachofa, trigo, cebada o espárragos”, comenta Juan José.
Quizás por eso uno de los entrantes clásicos de ‘Casa de Pías’ sea la flor de alcachofa con alioli de ajo negro asado y crujientes de jamón ibérico, aunque en su carta hay otras propuestas como las mollejas de ternera de Guadarrama a baja temperatura, crema de apionabo y salsa hoisin, o la ensaladilla rusa de Pías con mahonesa de trufa y huevo frito de gallinas camperas.
Para seguir, un lomo de bacalao premium confitado en AOVE y guiso de oreja a la madrileña; albóndigas de choco y rape en salsa marinera de azafrán y patatas fritas; chuleta de vaca gallega a la parrilla (maduración 50 días) para dos personas, o carrilleras ibéricas con curry amarillo, verduritas salteadas y arroz jazmín.
CASA DE PÍAS - Calle Escuelas Pias, 4. Getafe. Tel: 916 964 757.
Otro local a tener en cuenta es ‘Errazki’, especializado en cocina vasca y navarra. Además de los guisos y platos tradicionales, cuenta con un menú degustación -a unos 40 euros por persona- con entrantes como el pastel de centolla con caviar de erizo y emulsión de piquillos, o ensalada de gambones salteados con vinagreta de mango para, a continuación, seguir con pescado, como el bacalao al pilpil, y carne, como el tataki de cebón con cremoso de patatas y salsa trufada.
ASADOR ERRAZKI - Calle Manzana, s/n. Getafe. Tel. 916 830 916.
‘Aderezo’ es otro de los restaurantes preferidos de los getafenses. Se centra en la cocina mediterránea elaborada con materias primas frescas y de calidad. Aunque también se puede comer a la carta, ofrece menús diarios (a unos 18 euros) y de fin de semana (a unos 28 euros) en los que hay platos como bacalao fresco al aroma de cítricos con pasas; ensalada de brotes tiernos con aguacate, cangrejo real y anchoas; arroz caldoso de bogavante, o presa de bellota a la brasa con salsa de queso y almendra.
ADEREZO - Calle Comandante Ernesto Che Guevara, 2. Getafe. Tel. 916 017 256.
Además de ‘El Valle’, otra pastelería a destacar es ‘Monroe Bakes’, donde se mezcla la tradición de la pastelería europea con los exóticos sabores orientales. Tartaleta de mandarina, pistacho y yuzu, el rollcake de sésamo negro o la tarta de queso que preparan con la receta clásica o con té matcha. Una repostería sorprendente -con menos azúcar que la occidental- y llena de color.
MONROE BAKES - Avenida de La Paz, 21, Local 1. Getafe. Tel. 91 601 99 50.
En Getafe cuidan mucho las materias primas y existen múltiples espacios donde comprar alimentos de temporada y con sabor. Por ejemplo, la ‘Carnicería Palacios’ es una elegante boutique donde su exquisita decoración -tanto interior como exterior- acoge un producto de calidad procedente de ganadería propia.
Resaltar también la Galería Oeste, un mercado tradicional que acaba de cumplir 50 años donde adquirir aceites, carnes, vinos, legumbres, verduras… con una característica especial: muchos de los productos que allí se encuentran proceden de la cercana Castilla-La Mancha. “La cercanía con Toledo hace mucho”, comenta Juan, que tiene un puesto bien surtido de legumbres, carnes, aceites y otras delicatessen. “Me gusta apostar por productos novedosos y diferentes, y cuento con una selección de vinos ecológicos certificados procedentes de una bodega de Cuenca que están teniendo mucho éxito, ya que no son fáciles de encontrar en tiendas”, comenta el tendero. En el Sector III, a la entrada del centro comercial, está ‘Los Curros’, un puesto de variantes cuya fragancia a aceitunas aliñadas es embriagadora. Además de variantes y conservas, cuenta con chorizos, morcillas, legumbres y quesos. Incluso tiene palmeritas de Morata de Tajuña, localidad madrileña famosa por este irresistible dulce.
Para la sobremesa, nada mejor que optar por algún local donde tomar un café, un batido o un cóctel. En Getafe ‘El Violín’ es un sitio muy frecuentado, sobre todo por aquellos que quieren acompañar la consumición con una actuación musical o un recital de poesía. Aquí la cultura se vive intensamente y, en ocasiones, Juan José acude a los centros culturales y cívicos de la localidad para recitar sus chascarrillos. “Cuando me dicen que cómo es que se me ocurren estas cosas, yo les digo que está muy bien hablar de Getafe en plan estadístico, pero que lo que yo quiero expresar son sentimientos, vivencias, de lo que se respiraba, lo que se leía, de lo que sus habitantes hablaban o hacían hace unas décadas. Poco a poco mis posts empezaron a ser visibles y mucha gente se animó a seguirme y a mandarme sus fotografías, que me inspiraban para escribir poesías y de las que, sin exagerar, ya tendré unas 2.000 sobre Getafe y sus gentes”.
En la agenda cultural de la localidad existe un importante certamen de poesía, que se celebra anualmente, y este verano se ha puesto en marcha el Festival Xatafi de Flamenco que pretende configurarse como referente internacional de guitarra de acompañamiento al cante. Además, cada año (y ya van 26) se organiza el celebrado Festival internacional de novela policiaca Getafe Negro, con la visita de importantes escritores. Instituciones como el Teatro Auditorio Federico García Lorca, instalado en una antigua fábrica de harinas; la Biblioteca Ricardo de la Vega, establecida en la que fuera anteriormente una cárcel o el multidisciplinar Espacio Mercado son algunos de los lugares donde se desarrollan sus múltiples propuestas divulgativas.
Actualmente existe un proyecto para renaturalizar el río Manzanares a su paso por la zona, por lo que muy pronto contará con su propio Getafe Río. Este tramo de gran importancia medioambiental -y un lujo para dar largos paseos- conectará con Madrid Río. Esta acción ecológica supone el acondicionamiento de las riberas del río mediante la limpieza de especies vegetales invasoras y la plantación de flora autóctona, así como la instalación de pasarelas para acceder de uno a otro margen. Pero hasta que esté acabado este proyecto, en Getafe se pueden encontrar rincones verdes muy apetecibles como el Paseo Mafalda, en Sector 3, cuyo olor en primavera no deja indiferente a nadie.
“Hay mucha caléndula sí, y huele de maravilla”. Juan José habla con conocimiento, ya que estuvo trabajando como jardinero del Ayuntamiento de Getafe durante varios años. “En aquél tiempo habré plantado miles de árboles. Es verdad que aquí se han cuidado mucho las zonas verdes. En Sector 3, por ejemplo, hay un drago precioso. Han mirado mucho el ajardinamiento. Es una lastima el fallecimiento de Emilio Ortega, que era el encargado general de parques y jardines. Aquél hombre marcó unas pautas en Getafe sobre la jardinería y el arbolado estupendas. Escribí un poema para rendirle homenaje”.
Otro enclave natural al que los lugareños suelen acudir es el Parque Alhóndiga, con un lago central y amplios prados, perfecto para dar tranquilos paseos, descansar o realizar algún deporte al aire libre. Getafe puede presumir de ser un núcleo urbano muy activo. Piscinas, canchas de baloncesto, campos de fútbol... Tiene hasta un club de petanca. Quizás, la culpa de tanta afición por el deporte la tenga el Getafe Fútbol Club. “El equipo marca mucho la ciudad”, dice Juan José. “Hay mucho aficionado. ¿Sabes de dónde viene el color azulón de sus camisetas? Porque se les llama los azulones, y el nombre viene de que, cuando los trabajadores de Construcciones Aeronáuticas empezaron a jugar al fútbol, lo hacían con su mono de trabajo”.
Por la calle hay paneles indicativos de los tiempos que se tarda en recorrer a pie las distintas áreas de Getafe (Getafe Centro, Sector III, Morales del Río, El Bercial, Las Margaritas, etc) y existen varias rutas con gran afluencia de senderistas. Por ejemplo, la que va del Río Manzanares hasta La Aldehuela es una ruta que comienza en Perales del Río y consta de 15 kilómetros repletos de juncales y álamos negros.
Otra ruta para hacer en bici de montaña es la que va de La Aldehuela a la Torrecilla, un bonito recorrido entre cerros, ríos y lagunas por el Parque Regional del Sureste. Las bicicletas y patinetes son muy habituales no sólo para hacer deporte, sino también como medio de transporte. Getafe cuenta con un carril-bici muy bien estructurado para moverse con seguridad, así que, si después de leer este reportaje les apetece dar una vuelta por Getafe, no olviden llevarse la bici.