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Mujer en uno de los balcones del Mirador de la Peña.

Ruta de miradores por El Hierro

La mirada de la isla vertical

13/12/2024 –

Actualizado: 28/09/2023

Fotografía: Hugo Palotto

Las subidas y bajadas en la isla de El Hierro (Canarias), fruto de esas montañas y acantilados de vértigo, hacen de muchas paradas un mirador espectacular. Afortunadamente, los herreños marcaron hace tiempo los puntos más interesantes para ver el paisaje desde arriba y alucinar con la variedad de estampas que regala la isla dependiendo del lugar en el que se encuentre el viajero.
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Las temperaturas también suben y bajan en El Hierro al son de las montañas, por eso es posible que uno necesite una chaqueta para la cima mientras en la bajada sueña con el bañador para un chapuzón en alguna de sus piscinas naturales. Estos cambios hacen que la isla entera parezca jugar divertida a disfrazarse y cambiarse de atuendo con una rapidez pasmosa. Pasa del paisaje tropical al volcánico para volver a un pinar denso y sombrío por la altura de sus árboles o un baile de sabinas tumbadas. Esta belleza variada y singular viene determinada por su orografía y se puede apreciar desde sus numerosos miradores. Ofrecemos una selección, con la certeza de que cualquiera de ellos te dejará un recuerdo inolvidable.

Vista parcial del Mirador de la Peña en la que se ve la terraza del restaurante diseñado por el artista César Manrique,
El Mirador de la Peña es obra del artista César Manrique.

1. Mirador las Pernadas

¿Quién desperdiciaría la oportunidad de echarle un vistazo a la Montaña del Tesoro? Solo los nombres involucrados en las vistas de este mirador son un aliciente para visitarlo. Desde las Pernadas, muy cerca de la villa de Valverde, se puede ver cómo las coladas de lava que derramó la rojiza Montaña del Tesoro hace más de 9.000 años se acumularon formando la isla baja del Tamaduste.

Letrero del Mirador de Las Pernadas con el mar al fondo.
Muy cerca de la villa de Valverde y en la ruta para bajar a darse un chapuzón a Tamaduste, Las Pernadas es parada obligada.

Siguiendo la carretera que conduce hasta el pueblo de Tamaduste, uno puede darse un baño en una de las piscinas naturales más tranquilas de la isla: perfecta para ir con niños.

La Montaña del Tesoro vista desde Las Pernadas.era
La Montaña del Tesoro destaca en el paisaje por su color rojizo.

2. Mirador de la Peña

El Mirador de la Peña es uno de los miradores más impresionantes de la isla. Y no solo porque detrás de su estructura bien diseñada de pasillos y balcones esté el artista César Manrique, sino porque la primera visión desde aquí de la costa del Golfo y los Roques de Salmor dejan al espectador petrificado. El escarpe semicircular que protege El Golfo se alza altivo como una gran pared vertical mientras a sus pies se extiende el valle que rompe en una costa dentada. Una curiosidad interesante: en uno de esos salientes del terreno se vislumbra el hotel más pequeño del mundo.

Vista de la costa del Golfo desde el Mirador de la Peña.
La costa del Golfo vista desde la Peña.

Si has llegado hasta aquí, y ya te has saciado de espectáculo, aprovecha para comer en el restaurante, también obra de Manrique, que con un ventanal abierto al Golfo da la sensación de estar suspendido en el aire. Además, solo se sirve gastronomía herreña. Una parada con éxito garantizado.

Vista de los Roques de Salmor desde el Mirador de la Peña.
Vista de los Roques de Salmor desde la Peña.

3. Mirador de Malpaso

Una estrecha carretera rodeada de pinos que serpentea a través de la montaña lleva al mirador más alto de la isla: a 1501 metros de altura. También podría decirse que uno de los más especiales por su dificultad para llegar -el último tramo es un camino de tierra- y porque debido a su altura es raro encontrarlo despejado. Como consecuencia, es habitual que un mar de nubes deslumbre al visitante como si un colchón de algodón blanco hubiera sido diseñado para encajar justo antes de alcanzar la cima de las montañas.

Desde Malpaso se pueden ver otras islas, como en esta imagen.
Desde Malpaso se pueden ver otras tres islas canarias.

Si eres de los que no se acercan a un mirador para ver nubes, igual te anima saber que desde aquí se pueden ver también las islas de La Palma, Tenerife y La Gomera. Y agregamos un detalle único de este lugar: es paso obligado del camino tradicional de la Bajada de la Virgen, el evento del año más importante de todos los herreños.

Las nubes encajadas den las montañas de Malpaso.
Las nubes encajadas en Malpaso, el punto más alto de El Hierro.

4. Mirador de Lomo Negro I

En la zona norte de El Hierro, el paisaje volcánico de la isla canaria más joven se impone con fuerza. La tierra rojiza del acantilado queda salpicada de algún verde, ocres y amarillos. Un contraste brutal con el negro de la lava solidificada que araña en la parte baja a un mar de un azul rabioso. Se suma a esta exhibición de colores una carretera que se dobla una y otra vez para trepar a lo más alto.

Carretera que lleva al Mirador de Lomo Negro I.
Solo la carretera que lleva al Mirador de Lomo Negro I ya es un espectáculo.

El nombre de este mirador viene del volcán sobre el que se asienta y el culpable de semejante belleza inefable. De hecho, una de las curiosidades de este mirador es el roque amarillo que aparece en medio del acantilado, y que los expertos explican como un contacto entre la lava durante una erupción con el agua del mar o del subsuelo. Fuera cual fuese su origen, se trata de un regalo increíble.

Roque amarillo de Lomo Negro I.
La formación volcánica de la isla entendida con una única estampa.

5. Mirador de Lomo Negro II

A 260 metros del primero, siguiendo el inicio de un sendero circular, se encuentra este balcón al mar en medio de ese paisaje volcánico que se repite. Sin embargo, este mirador tiene el aliciente del camino de tierra que hay que recorrer para llegar hasta él con una flora muy diferente, especialmente, por las tabaibas.

Una mujer camina por el sendero de tierra que lleve al Mirador de Lomo Negro II.
El camino que lleva al Mirador de Lomo Negro II, salpicado de tabaibas.

6. Mirador de El Julan

A 850 metros de altura, El Julan ofrece unas buenas vistas de lo que supone una de las caras del sur de la isla. Una ladera que parece interminable se vierte sobre el Mar de las Calmas mostrando cómo la vegetación de este lado de la isla varía según la altitud.

Ladera del Mirador de El Julan.
La ladera de El Julan se vierte en el Mar de las Calmas.

Muy cerca del mirador, se encuentra el Centro de interpretación del Parque Cultural de El Julan. Visita obligada si uno quiere conocer la forma de vida de los aborígenes herreños: los bimbaches.

Placa identificativa del Mirador de El Julan.
Cerca de El Julan se encuentra el centro de interpretación de los aborígenes herreños.

7. Mirador de la Llanía

Uno de los senderos más populares de El Hierro es el de la Llanía, y tiene mérito, porque la isla está surcada por caminos que permiten recorrerla entera a pie. Sin embargo, este agrupa muchos encantos: laurisilva, caldera volcánica y un mirador con vistas al valle del Golfo.

Ruta Senderista la Llania. Mirador de la Llanía: Vista derecha
Los riscos verticales de Tibataje vistos desde el mirador.

Ya hemos visto que muchos miradores ofrecen la estampa de esta parte de la costa herreña, aunque cada uno desde una perspectiva única. Pero me atrevo a asegurar sin miedo a equivocarme que, aunque fuera desde la misma, uno no se cansaría de mirarla. El valle del Golfo es un prodigio de la naturaleza.

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