Compartir

{{title}}
{{buttonText}}
Contemplando un ejemplar de eucalipto en Souto da Retorta

Ruta por la naturaleza de la provincia de Lugo

La comarca de Nueva Zelanda en Lugo

13/12/2024 –

Actualizado: 28/03/2024

Una selva interminable de eucaliptos se extiende desde el bronco litoral hasta las tierras altas donde la niebla ondea entre las montañas. Caballos salvajes y rebaños de ovejas, páramos de turbera, rías o fiordos y acantilados de granito y de papel. ¿Kiwis? También. Hasta un pueblo de hobbits. Exploramos uno de los territorios más desconocidos y olvidados de Galicia mientras, sin querer, nuestra mente vuela lejos, muy lejos, hasta el punto más remoto del planeta. Descubrimos la comarca de Nueva Zelanda en Lugo.
¡Llegan los cromos de Guía Repsol!
Descargar App

Más allá de clichés turísticos, el viajero que se plantea un viaje a la provincia de Lugo y que se olvida por un momento del magnetismo de As Catedrais y escapa de las murallas de la ciudad, empieza a descubrir una zona donde el bosque y la turbera despiertan la imaginación del que aquí se adentra. Empecemos por el interior, casi siempre ignorado en Galicia, en este recorrido por carretera en busca de los escenarios neozelandeses de la provincia.

Paisaje con niebla de la Serra do Xistral
Serra do Xistral, el territorio más salvaje de la provincia de Lugo.

Antes de perdernos en sus montes del norte, la autopista A-8, que vertebra el Cantábrico, nos muestra el gran fiordo trazado por el río Eo. Este estuario hace de frontera natural entre Asturias y Galicia, guardando tradiciones mestizas desde Castropol, Ribadeo o Vegadeo y protegiendo un auténtico santuario de biodiversidad. Los barcos de vela latina navegan desde hace siglos entre sus ensenadas y humedales que conforman esta reserva de la biosfera y Zona de Especial Protección para las Aves. Y no será la única de este viaje.

Peñas de granito en Souto da Retorta
Las peñas de granito aparecen como hitos en este laberinto boscoso.

Dejamos la costa para continuar rumbo sur mientras las poblaciones y la animación litoral van desapareciendo en virtud de la quietud y misterio que envuelve la inmensidad del eucalipto como sucede en las antípodas. Pero no encontraremos vestigios maorís aquí, sino celtas o romanos, que hicieron del granito su aliado para levantar monumentos funerarios como dólmenes y militares como castros. Desde la localidad de Lorenzana giramos hacia el oeste para buscar el territorio más salvaje y a la vez desolado de la provincia de Lugo: la Sierra de Gistral (Serra do Xistral).

Turberas de Serra do Xistral
Las turberas es el único hábitat de interés comunitario de España exclusivo de Galicia.

Las turberas do Xistral

Caballos corriendo en libertad, ovejas pastando y diminutas aldeas diseminadas en este horizonte ondulado donde la bruma viene y va como lo hace a choiva (lluvia). Indagamos en este paisaje cambiante de fuertes pendientes y valles encajados desde donde se desprenden ruidosas fervenzas (cataratas), refugio de helechos procedentes de etapas climáticas ya desaparecidas en Europa. En los altiplanos, el bosque deja paso a la turbera, que constituye el único hábitat de interés comunitario de España exclusivo de Galicia, que contiene especies endémicas y forma parte de la Red Natura 2000.

Un grupo de niños en el eucaliptal de Chavín
Este eucaliptal, que también se conoce como de Chavín, es Monumento Natural.

Este entorno desolado conserva a su vez tradiciones y oficios antiguos como el del ferreiro o la pesca fluvial empleando típicos redotes o trasmallos. Los caneiros son construcciones rudimentarias que datan de la Edad Media y los batuxos, las pequeñas embarcaciones que aún se emplean para vadear los ríos. Entre las masas de eucalipto encontramos rastros de roble o carballo, acebo y castaño, además de gigantescas penas (peñas) de granito que hacen de hitos en este laberinto boscoso. ¿Alguna ruta para explorarlo a pie? La de la fervenza del Escouridal o la de la Pena Abaladoira. La Serra do Xistral dibuja el límite septentrional de la Reserva de la Biosfera Terras do Miño, la mayor área protegida de Galicia con 3.600 km2.

Un senderista toma fotos al río Landro
La senda discurre junto a la orilla del río Landro

El abuelo eucalipto

Dejando atrás el Valle del Oro y las estribaciones del Monte Maior, buscamos el templo del eucalipto en España: Souto da Retorta. “¿Por qué tanto eucalipto en Galicia?” se preguntará el viajero. En el siglo XIX esta especie vegetal llegó a las tierras gallegas de la mano de fray Rosendo Salvado, un misionero de la zona que trajo consigo semillas de árboles de sus viajes por Oceanía. Así brotaron los primeros eucaliptos de Galicia, una planta exótica usada entonces como ornamento en los pazos y después como repoblador forestal por excelencia. Su rápido crecimiento e interés en la industria papelera fueron la razón. El resultado, según la Xunta de Galicia, el eucalipto ocupa 4090 km2 de su territorio (29.574 km2). Su clima, húmedo y salpicado por el océano le conecta con el de algunas regiones de Nueva Zelanda y Australia de donde proviene.

Ejemplares de eucaliptos en Souto da Retorta
Hasta 600 ejemplares de eucalipto se concentran en este espacio natural.

Entramos en Souto da Retorta, un bosque emplazado en el municipio de Viveiro que se presenta al visitante como un parque abierto y estructurado en una cómoda senda apta para cualquier paseante. Hasta 600 ejemplares de eucalipto se concentran en este espacio natural de 3,19 hectáreas, algunos de ellos centenarios que sobrepasan los 70 metros de altura. Es también conocido como el eucaliptal de Chavín y fue declarado en 2000 como Monumento Natural.

Senda en Souto da Retorta
Souto da Retorta es un parque abierto y estructurado en una cómoda senda apta para cualquier paseante.

La senda discurre junto a la orilla del río Landro, donde se pueden contemplar pequeñas cascadas, como el Salto do Can, y formaciones de granito como la Pena da Vella. La humedad cambia una vez que nos fundimos con la selva de eucalipto, cuando el murmullo del río acompaña el silencio y caminamos entre helechos gigantes tratando de no alterar la biodiversidad. Los eucaliptos de Souto da Retorta se plantaron a partir de 1860 para el drenaje de las tierras bajas que se anegaban por las crecidas de los afluentes del Landro. Son considerados los mayores de la Península y de los mayores de Europa, entre los que destaca O Avó. O “El Abuelo”, que cuenta con 126 años, una altura de 71,4 metros y un perímetro de 7,6 metros.

Ejemplar O Avó (el abuelo), el eucalipto más antiguo de Souto da Retorta
'O Avó' (el abuelo), un eucalipto de 126 años y 71,4 metros de altura.

El tesoro de la Mariña

Desde las “Tierras Altas” gallegas nos dirigimos a las Rías Altas con escala en la Tierra Media. O en “La Comarca” de los hobbits, hogar de Frodo y Bilbo Bolsón, que habitaban en pequeñas casas enterradas en las verdes colinas del universo de J.R.R. Tolkien y que el director Peter Jackson se imaginó en Nueva Zelanda. Para emplazar el poblado de “Hobbiton” construyó una aldea en un bucólico valle como en el que nos encontramos y lo llenó de casitas cueva en la colina como en la que nos vamos a alojar. Su nombre: 'Mi Tesoro'.

Alojamientos Mi Tesoro ambientados en las casas de hobbits
Dormir como los hobbits de 'El Señor de los Anillos'.

Es este un alojamiento rural con tres “apartamentos hobbit” que nos trasladan al escenario fantasioso del El Señor de los Anillos. Este complejo está envuelto por un entorno natural idílico y ubicado en el municipio de Viveiro. Cuenta a su vez con un parque infantil y una terraza, y en las inmediaciones se puede practicar senderismo, hacer rutas a caballo, remar en kayak por el río o hacer recorridos en bicicleta como ejemplos de actividades que organiza el establecimiento.

Observando la costa lucense
Una costa jalonada en cabos, islas, rías profundas y largas playas de arena fina.

Pero no es de extrañar que el viajero quiera conocer la mariña de la Mariña Lucense. Entre O Fouciño do Porco, que hace de antesala de la Estaca de Bares y la playa de As Catedrais (Las Catedrales) y sus multitudes, recorremos este litoral de 100 kilómetros de extensión y de un vínculo inseparable con la pesca y comercio marítimo desde hace milenios.

Vistas de las Tierras Altas Gallegas desde Lugo
Las 'Tierras Altas Gallegas' nos ofrecen vistas como estas.

Desde Viveiro, avanzamos rumbo este para completar el itinerario circular por la comarca, descubriendo sin prisa una costa jalonada en cabos, islas golpeadas por el Cantábrico donde anidas las aves marinas, rías profundas y largas playas de arena fina y dorada. La de Area, Area Longa o Peizás son buenos spots en esta zona muy popular también entre los surfistas de toda Europa.

Formas de los acantilados de papel
Sus peculiares formas dan nombre a los acantilados de papel.

Entre sus precipicios de granito, nos traslada de vuelta a Nueva Zelanda la silueta de los acantilados de papel. En las cercanías de la punta Morás, antiguo puerto ballenero, se encuentra este capricho geológico, de formas fantasmagóricas, suaves y sinuosas cinceladas por el viento y por el mar Cantábrico. Su nombre proviene de los pliegues y dobleces que se asemejan a los de un papel y que hacen volar la imaginación del viajero en un momento coronado con el horizonte marino, las nubes y la puesta de sol. Sólo nos faltarían algunos pingüinos... Pero ya habrá tiempo de viajar a Nueva Zelanda.

Vista de la costa lucense
La Mariña lucense tiene una extensión de 100 kilómetros.

Te puede interesar