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Comenzamos la ruta con una dulce apuesta al rojo. A partir de las 11:00 (ojo, los domingos y los lunes cierra) puedes entrar en la pequeña repostería de Elena Borrego Sánchez: 'Llebrés' (calle San Pablo, 29), cuyo nombre es un homenaje al segundo apellido de su abuelo materno. Cafés y tés acompañan en pequeñas mesas las creaciones de esta repostera de 27 años.
Un sueño que se hizo realidad el 1 de noviembre de 2017. "Todo comenzó siendo una afición. Abrí un blog de cocina en 2011, donde compartía las recetas que iba probando en casa, y gracias a él fui consciente de que la pastelería me hacía muy feliz y era mi vocación", recuerda Borrego, quien completó su formación autodidacta con un curso online de Experto en Pastelería Profesional. Hasta 'Llebrés' peregrinan los fans de la tentación carmesí Red Velvet. "La tenemos tanto en tarta, como brownie, ¡y hasta en formato galletas!", explica la repostera. El mimo de sus creaciones artesanales conquista. No te pierdas su tarta de zanahoria o sus cheesecakes. Éxito asegurado.
Si eres un viajero madrugador opta por el siempre animado 'Delicatessen Café' (calle Meléndez 25), también a pocos pasos de la Plaza Mayor. Seguro que no se te escapan las referencias gastronómicas a la comedia negra de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro y de cuyo título toma el nombre este espacio. Las mesas de la terraza, de su patio interior o la barra serán el epicentro perfecto para tomarle el pulso al ambiente charro. Tostadas, tartas o tapas son algunas de las opciones con las que acompañar tu café.
Frente al ritmo frenético de las grandes ciudades, Salamanca se disfruta paso a paso, la gente conversa y el tiempo dilata las miradas. Hay espacio para jugar, crear e imaginar y un buen ejemplo de ello es 'Atentamente', papelería-atelier, en la calle Sierpes, 13. "Una tienda de papel soñada en viajes. Un atelier que opta por lo artesano, que es imperfecto y bonito", sentencia su lema.
"Precisamente viajando me di cuenta de cuánto disfrutaba en las papelerías pequeñas y bonitas, y frente al escaparate de una de ellas, en Francia, sentí que era exactamente eso lo que quería hacer. Que Salamanca merecía una papelería con alma. Y en cuestión de nueve meses, busqué local, contacté con proveedores, capitalicé el paro, puse nombre a mi tiendita, y me lancé a la vida funambulista del emprendedor", cuenta María Rubio Lacoba, creadora del proyecto y periodista de profesión.
Prepárate para perder la noción del espacio-tiempo (también te puede ocurrir en su tienda online) entre papeles de scrap, libretas o ilustraciones. Tampoco faltan las flores frescas, el té y sus talleres semanales, habitualmente los sábados. "Hacemos monográficos de encuadernación artesanal, scrapbooking, origami, lettering, cianotipia... Algo muy importante es que cada vez viene más gente de fuera de Salamanca: aprovechando su finde, se apuntan a uno. Además, los talleres permiten ejercitar la creatividad, dejar fuera la mochila de preocupaciones, conocer a gente que aprecia lo mismo que tú, sentir una gran alegría al confeccionar algo con tus manos, que será para ti, o para regalar", cuenta entusiasmada.
Hay algo magnético en esta papelería que no vende bolígrafos ni folios. "Es una tienda donde se puede hablar, o escuchar tranquilamente la música mientras eliges sellos y tintas, pero también donde puedes amamantar a tu hijo porque no para de llorar, o donde tomar un té que una clienta te ha traído (porque saben mis gustos). Hay una pared llena de postales que envían los clientes cada vez que salen de viaje. Y creo que toda esa energía se pega en las paredes y se contagia, porque así lo dice la gente: 'Siempre me marcho contenta de tu tienda'", dice María Rubio Lacoba. ¿Cuándo fue la última vez que creaste algo con tus propias manos?
Lanza la moneda del arte, modernista o contemporáneo. ¿Cara? Una de las mejores huellas que la capitalidad cultural europea (2002) ha dejado en la ciudad es el centro de arte contemporáneo, DA2 Domus Artium 2002 , una cárcel en su anterior vida. Desde aquí se impulsa a creadores audiovisuales y artistas plásticos contemporáneos. No te vayas sin atravesar la instalación permanente, creada específicamente para ese espacio, de la influyente artista libanesa Mona Hatoum. Utilizando las puertas grises de las celdas que se alineaban antiguamente en el pasillo central, Hatoum crea una puerta giratoria que no lleva a ninguna parte.
¿Cruz? Pon rumbo a la querida Casa Lis, un Museo de Art Nouveau y Art Déco y el único ejemplo de arquitectura modernista de la ciudad. Sus 122 criselefantinas, pequeñas esculturas que representan bailarines, seres mitológicos o bufones en marfil y bronce o madera, forman una de las colecciones más relevantes del mundo. Sus coloridas vidrieras, especialmente la que cubre el patio interior, son uno los puntos preferidos por los instagramers en la ciudad. Te costará no caer en el postureo.
Después de tanta cultura y paseo es hora de deleitar a los sentidos frente a una mesa. Si te apasiona la cocina fusión, reserva en una de las últimas novedades gastronómicas (perfecto para comidas o cenas) en la ciudad: 'Martinica' (Pasaje Azafránal, 18 Local-6), capitaneado por el chef italiano Marcello Salaris. Tras su paso por el restaurante 'La Habanera' (del Grupo Larrumba), Marcello Salaris ha sintetizado con gusto las tendencias que conquistan Madrid: ambiente tropical y elegante, vajilla seleccionada con mimo y una carta mutante y juguetona.
Las influencias mexicanas, japonesas, chinas o italianas se mezclan con productos de la tierra en un equilibrio excelente. Algunas de sus creaciones más cotizadas son el Taco de Vitello Tonnato fusión japo 3.0, los Pulpitos con tuétano, jugo de carne y patata a la huancaína o el Sam de langostino con morro de cerdo al curry. Te costará pedir solo un postre y no te pierdas su Sablé de manzana con crema diplomática y helado de limón, cuajada de Idiazábal con crema de membrillo y helado de pistacho o su explosión de Nutella, chocolates, frutos secos y jengibre (sí, amigo chocolatero, han pensando en ti). Puedes pedir con carta o menú degustación (en versión corta y larga) y terminar con un delicioso cóctel.
En marcha. Debes saber que cruzarás el epicentro de la ciudad en múltiples ocasiones (y avisado quedas, puede causar adicción). "La Plaza Mayor es como una especie de cuarto de estar. Es el centro de la ciudad, donde se entra y se sale muchas veces al cabo del día. Aquí vienen a parar los estudiantes, los que esperan a alguien, los jubilados. Aquí tienen su lugar fijo los limpiabotas, los que hacen su trabajo cotidiano, los niños, los viejos, los contemplativos", como describió la querida escritora salmantina Carmen Martín Gaite en Esta es mi tierra, Salamanca, para Televisión Española.
Déjate llevar por el impulso retro hasta la tienda de ropa, complementos y accesorios vintage, 'Señorita Naif' (calle del Poeta Iglesias, 14). Una original selección de joyas hechas a mano, bolsos o vestidos de fiesta. ¿Qué te parece refrescarte con el abanico galaxia de la marca leonesa Fisura? ¿Y probarte alguno de los colgantes pop de la francesa N2 Paris? ¡También tiene una zona con descuentos!
Y si lo que te gusta es la ropa cómoda y ligera que no descuida los detalles entra en 'Sweet Pea' (calle Azafranal, 44). Aquí encontrarás productos made in Spain, como los cómodos bañadores confeccionados en Barcelona de Mi & Co o las gafas de Mrs. Boho. Si buscas inspiración viajera te encantarán las joyas de la emprendedora barcelonesa María Pascual, sus diseños conquistan en Instagram.
A estas alturas es difícil que no hayas oído hablar del Barrio del Oeste. No hay viajero que no pase por esta galería de arte urbano en la que el mobiliario urbano, las trapas de los garajes o el exterior de los edificios se convierten en lienzos para artistas jóvenes y consagrados.
Los dos grandes lápices, obra de Felipe Piñuela, atraviesan lo alto de un edificio en la plaza del Oeste. Han sido los últimos en sumarse a Galería Urbana, un proyecto que surgió gracias a la creatividad María Crisóstomo y a Elena Gómez, licenciadas en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca y fundadoras del colectivo Lemarte y al apoyo de la asociación vecinal ZOES.
Piérdete. Explora y descubre. Y si te quedas con ganas de saber todos los detalles de las obras, descárgate esta aplicación (disponible para Android y iOS). Aquí van solo algunas propuestas para abrir boca: Mayko de Antonio Feliz PARSEC! (calle Asturias, 1), VHS por Iván Gabela (calle Fray Luis de Granada, 21), Sin título de E1000 (calle Granero, 18) o Utopía de H101 (calle León Felipe, 14).
Todos los caminos terminan en 'La Salchichería' (plaza del Oeste, 7), un bar, centro cultural, espacio de conciertos y sala de exposiciones situado en el mismo edificio racionalista que entre 1943 y 2005 alojó un ultramarinos y una carnicería. Pídete una cerveza sobre la barra de mármol del antiguo mostrador o siéntate en la terraza. Pregunta por sus exposiciones temporales o su ya famoso festival de música El hueco del ascensor, un espacio de luz que mantiene el forjado original y une las tres plantas del edificio y desde donde actúan los músicos. ¿Y el público? ¡Aplaude desde las escaleras! Su fundador, Pepe Lomo, ha conseguido convertir 'La Salchichería', inaugurada el 2 de octubre de 2014, en uno de los puntos neurálgicos del barrio y la ciudad.
De vuelta al centro a la hora de cenar, si buscas una cocina sana y equilibrada en un entorno acogedor, reserva en el luminoso restaurante 'Singular' (calle Azucena, 5). Tras este concepto está la cocinera Sara Martín Ferreres quien busca mimar cada producto para que brille por sí mismo. ¿Alguien ha dicho Lomo de caballa marinada sobre tartar de verduras y ricota? ¿He oído steak tartar de solomillo de ternera charra? ¡Marchando! ¿Prefieres tapeo? Sigue nuestra selección para moverte como un auténtico salmantino.
'La Malhablada' (calle Meléndez, 27) es un espacio de microteatro que serpentea en el interior de un edificio de 1908. Apúntate a sus sesiones los martes, miércoles, jueves y domingos de 20:00 a 21:55; viernes y sábados de 20:00 a 23:05 y de 00:00 a 01:35. Además en su azotea esconde una cafetería con vistas a la Clerecía y la calle Compañía, uno de los rincones con más encanto de la ciudad. ¿Brindamos?
Y ya que estamos entre copas, mezclémonos. Adéntrate en 'Revolutum Hostel' (calle Sánchez Barbero, 7), diseñado por Abraham Colás, el dueño de un espacio en el que la sensualidad fluye por las paredes con sugerentes obras de arte junto a muebles de estilo isabelino. Sus cócteles serán tu dulce perdición (también hay exquisitas opciones sin alcohol): prueba su refrescante rosé frozen o su negroni (con un toque a mandarina y un suave regustillo a guindilla, sin perder el amargor del negroni clásico).
Si te has quedado con ganas de más, en 'The Doctor Cocktail' (calle Dr. Piñuela, 5) podrás encontrar a tus próximos cocteleros de cabecera. Un rincón de Salamanca que, con su buen hacer, se ha ganado el cariño de viajeros y locales. Pide un Jalisco Hendrick’s, pisco sour o conoce a Micaela, un delicioso brindis con gin, mezcal, violeta, jengibre, arándanos y cava. Si te gusta improvisar, déjate aconsejar y sorpréndete saboreando tu propio cóctel personalizado.