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Niña en una tirolina.

Planes para una Semana Santa con niños

Aquí nadie se aburre

09/04/2017 –

Actualizado: 11/04/2025

Tengan la edad que tengan, una escapada a su medida es posible. Una dosis de aventura y naturaleza y estos pequeños biólogos estarán en su hábitat: bodegas tematizadas, universos jurásicos, acampar en el Serengueti español, pedalear por paisajes de cuento, tirolinas... ¿Buscas alguna idea para que esta Semana Santa nadie se aburra?

1. Jugando a romanos entre vinos y vinagres

¿A qué huele el vino? ¿Cómo se hace el vinagre? ¿Qué es una ánfora romana? ¿Y una posca? ¿Por qué se plantan rosales junto a los viñedos? Son muchas las preguntas que vuelan cuando la curiosidad de un niño se dispara. Y en la bodega 'Avgvstvs Forvm', situada en El Vendrell, capital del Bajo Penedés, tienen respuesta para todas ellas. Sus visitas para familias encienden esa inquietud en los más pequeños, que acaban descubriendo la bodega como un divertido juego con el que aprenden sin darse cuenta.

El Vendrell 29/04/23 Visita guiada a la bodega Avgvstvs Forvm. Así como también comida en el espacio gastronomico.AUTOR: MANU MITRU

Para los vinagres se reciclan las barricas viejas de los vinos. Foto: Manu Mitru

El recorrido, en el que los niños se hacen con una espada romada, les permite conocer los viñedos, los tanques de acero inoxidable donde se almacena el vino o las barracas de piedra seca. Aunque sin duda la preferida por los pequeños es la sala de barricas donde tienen que encontrar un tesoro. Situada a tres metros bajo el nivel del suelo y con una temperatura constante de 18 grados, alberga 100 barricas de roble francés y botellas expuestas de la primera cosecha que se remonta a 1990.

2. Paseo por el Jurásico asturiano

La abundancia de huellas y restos descubiertos en la porción del litoral asturiano comprendida entre Gijón y Ribadesella hace que se conozca esta zona como la 'costa de los dinosaurios'. En lugares como la playa de Merón en Villaviciosa, el puerto de Tazonas, los acantilados de Luces o las playas de la Griega y de la Vega abundan estos vestigios de dinosaurios y grandes reptiles que los poblaron hace millones de años. Su recorrido permitirá que nuestros peques se conviertan por unas horas en felices émulos de Indiana Jones. El Museo del Jurásico de Asturias, MUJA, es el plato fuerte del viaje. En el exterior, precisas reproducciones de varias especies de dinosaurios te preparan para la visita del edificio cuya planta tiene forma de ignita, la huella tridáctila de un dinosaurio.

Tus niños saldrán emocionados de aquí. Foto: Facebook.
Tus niños saldrán emocionados de aquí. Foto: Facebook.

Este formidable museo muestra una completa evolución de la vida en la Tierra, desde sus orígenes hasta la aparición de los humanos. El recorrido por el Mesozoico, el periodo en que los dinosaurios dominaron la tierra, es la más destacada de sus salas. Cráneos, esqueletos y otros tipos de fósiles, dioramas y paneles explican el paso del tiempo de la Era Jurásica. Su recorrido te ayudará a distinguir un Diplodocus de un Camarasaurus, Pterosaurios de Estegosaurios y Herrerasaurus de Prestosuchus. Aunque, lo que sin duda te causará el mayor asombro es la pareja de esqueletos de Tiranosaurios que, en el centro de la sala principal, se entregan con ardor a una cópula. Por si queda alguna duda, una enorme pintura en una de las paredes muestra la misma pareja con todos sus músculos y pieles realizando idéntica postura. La vida misma. Nada ha cambiado en la Tierra en estos millones de años.

3. Perderse en el Serengueti español

Interminables llanuras salpicadas de solitarias encinas donde ramonean grupos de ciervos, y sobre ellos, decenas de buitres planeando en el cielo. Este es el característico y solitario escenario perdido, en los últimos confines de Castilla-La Mancha, que le han hecho merecedor del sobrenombre del Serengueti español, en clara alusión a las sabanas de África Oriental, pobladas por grandes grupos de hervíboros. Hablamos de Cabañeros, en Ciudad Real, uno de los mejores ejemplos de bosque mediterráneo que existe. Declarado Parque Nacional en 1995, se sitúa en los Montes de Toledo, y estuvo a punto de convertirse en campo de tiro. Hoy es un lugar privilegiado para la conservación de la naturaleza, para disfrutarla y conocerla.

Un paraíso para que los niños se acerquen a la naturaleza. Foto: shutterstock.
Un paraíso para que los niños se acerquen a la naturaleza. Foto: shutterstock.

Para disfrutar este espacio y la enorme variedad de fauna que alberga, con algunas de las especies más amenazadas de España, el Ecolodge de Cabañeros es una recomendable opción. Ubicado en la vertiente norte de la Sierra de Higuera, está situado a pocos metros del primer centro de visitantes del espacio protegido. Destino ideal para desconectar, este alojamiento rural se distingue por su singularidad. Cuenta con cinco cabañas, tres de las cuales están situadas en las copas de grandes árboles, lo que las hace especialmente recomendables para los niños.

4. Senderismo por la Vía Verde del Arrazola (Vizcaya)

No es difícil imaginar, cuando se recorre esta Vía Verde del Arrazola, a la legendaria locomotora Aurrerá echando carbonilla y aullando a los pies del mítico monte Amboto. Por donde hoy pasean familias con niños pequeños, jubilados y otros excursionistas circuló hasta 1925 un tren minero de vía estrecha. Transportaba, hasta la cercana Durango, el mineral de hierro y cobre que cientos de mineros extraían de minas con nombres tan sugerentes como La Profunda, La Caprichosa y La Triunfante.

Espacios naturales para evitar el calor 2023 Arrazola vagoneta

Una vagoneta recuerda el legado del ferrocarril en el valle. Foto: Marga Estebaranz

No queda casi nada de aquello, solo alguna vagoneta oxidada y el recorrido de aquel tren. El programa de las Vías Verdes, itinerarios senderistas y cicloturistas construidos sobre antiguas vías ferroviarias en desuso por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, ha recuperado este itinerario que no tiene ninguna dificultad técnica y apenas desniveles, y que se une a los más de 2.500 km repartidos por toda la geografía española. La Vía Verde del Arrazola, que se inicia en Apatamonasterio, cerca de la citada Durango, es una de las más recomendables.

Espacios naturales para evitar el calor 2023 Arrazola Amboto

El Amboto corona el paraje por el que discurre la vía verde. Foto: Marga Estebaranz

Perfectamente equipado con áreas de descanso y recreativas, en especial para los más pequeños, baños públicos, miradores, fuentes, papeleras, paneles y señales explicativas, carece de la menor dificultad, y su suelo de gravilla compactada puede ser recorrido por cochecitos infantiles. Su escasa longitud, cinco kilómetros de punta a punta, lo hace más accesible y el que solo esté permitido el paso de caminantes y no de ciclistas le otorga aún mayor seguridad. Recorrido idóneo para hacer en familia e iniciar a los pequeños en el senderismo, tiene una longitud de 10 kilómetros (ida y vuelta), aunque puede hacerse solo en una dirección para regresar después en los autobuses de Bizkaibus, entre Apatamonasterio y Arrazola.

5. Sant Miquel del Fai, escenario de cuento

Colgado de una cornisa de los despeñaderos de los Cingles de Bertí, entre grandes saltos de agua, y rodeado de una floreciente vegetación, Sant Miquel del Fai es un escenario de cuento. Sobre todas las demás cosas, en Sant Miquel del Fai (Barcelona) destaca la fusión entre la historia y la naturaleza omnipresente. Pasajes entre rocas, cuevas, cornisas y puentes se funden en un espacio mágico. Esta abadía es uno de los monasterios más singulares de nuestro territorio. Aunque la comunidad residente siempre fue mínima, no más de seis monjes, se considera el templo troglodita más grande de España, pues está empotrado en la ladera de las paredes calcáreas del Vallès Oriental, utilizando su roca como pared posterior y parte de su techumbre.

Un escenario para soñar. Foto: Shutterstock.
Un escenario para soñar. Foto: Shutterstock.

Hay registro de la comunidad de frailes que vivía aquí desde el temprano 1006, aunque sus orígenes fueron anteriores. Acondicionado tiempo después por los condes de Barcelona, desde la Guerra Civil cesaron las actividades religiosas en su recinto, que ha sido catalogado Bien de Interés Cultural. Se sitúa en las profundas barranqueras abiertas por la fuerza de las aguas del río Tenes, afluente del Besós, que se despeña en formidables saltos de agua. Destaca la cascada principal, que cuenta con la particularidad de poder pasar entre la columna de agua y la roca. Puedes visitar una de las diferentes rutas pedestres que permiten conocer el lugar.

6. Tarzanear en un parque de árboles

Abierto hace pocos meses, Forestal Park Guadarrama presume de poseer la tirolina más larga de todos los parques forestales de España. Situado en la localidad de Guadarrama, al norte de la Comunidad de Madrid, este espacio lúdico de aventura en la naturaleza cuenta con todas las atracciones propias de este tipo de espacios. Puentes tibetanos, de tablones, lianas, redes, y otra serie de juegos hasta un total de 33 en los que destaca una docena de tirolinas por las que se baja con una polea a gran velocidad. Entre ellas está la más larga de España, con un excitante recorrido de 380 metros que ‘vuela’ sobre las aguas del embalse de Las Encinillas.

Aventura y emociones fuertes para los más pequeños. Foto: Forestal Park Guadarrama.
Aventura y emociones fuertes para los más pequeños. Foto: Forestal Park Guadarrama.

Primero tendrás que hacer un circuito de introducción obligatorio para aprender a subir, bajar y utilizar los juegos, así como el uso de las poleas y su colocación. Entre estos hay uno especialmente preparado para familias en el que pueden participar niños desde 1,10 metros de altura, aproximadamente a partir de cinco o seis años.

7. Ser minero por unas horas en Murcia

Situado en la Sierra Minera, el Parque Minero La Unión es un lugar recomendable para vivir una experiencia diferente. Todo empieza con el viaje a bordo de un tren minero, rumbo a las galerías subterráneas donde antaño se extraía el mineral. Un vídeo que se proyecta en el Centro de Interpretación del Parque Minero es la mejor manera de iniciarse en este mundo. Terminada la visita del centro, el tren minero nos lleva a la entrada de la Mina Agrupa Vicenta, por la que penetraremos en el interior de esta tierra mineral.

El tren minero, la delicia para los más pequeños. Foto: Facebook.
El tren minero, la delicia para los más pequeños. Foto: Facebook.

Se trata de la mina más legendaria de esta comarca, dedicada a la extracción de minerales, y que comunicaba La Unión con el mar Mediterráneo a través del puerto de Portmán. Se construyó en 1869 y estuvo operativa hasta la mitad del pasado siglo XX. Por su interior discurre el llamado Camino 33, usado por los mineros en los pasados años treinta y que ha sido convertido en Sendero de Pequeño Recorrido. Sus pasarelas, pasillos y demás elementos, donde no falta un lago interior, cuyas aguas están teñidas de rojo por las piritas, la convierten en la mina visitable más espectacular de Europa.

8. Una vuelta al mundo submarino sin salir de Sevilla

Pocos niños se resisten a descubrir los tesoros de las profundiades del océano. Este acuario de Sevilla, dividido en cinco zonas temáticas (Guadalquivir, Atlántico, Jungla, Pacífico e Indopacífico) explica el viaje llevado a cabo por Magallanes y Elcano que salió hace 500 años desde su puerto fluvial.

El acuario exhibe unas 400 especies marinas.

El acuario exhibe unas 400 especies marinas. Foto: Javier Sierra.

Los niños se quedan perflejos viendo cada una de las especies marinas. Una de las piscinas que causan más sensación es la de los pulpos, que avanzan extendiendo sus tentáculos por las cristaleras; la de los delicados caballitos de mar; o la de los tiburones, alojados en el tanque más profundo de la Península Ibérica. Nueve metros van desde el suelo hasta la superficie, y un túnel lo surca por debajo, creando una sensación envolvente. En total, más de 3.000 metros cúbicos de agua, unas 400 especies marinas y más de 7.000 ejemplares a orillas del Guadalquivir.

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