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Pollo al chilindrón.

Cultura gastronómica

Zaragoza entre fogones

Actualizado: 18/01/2015

¿Por qué Zaragoza? Esta pregunta se ha convertido en el eslogan de la ciudad en los últimos años. Se nos ocurren cientos de respuestas, de motivos que justifican una visita a la capital aragonesa: desde su impresionante patrimonio romano, musulmán, judío y cristiano; hasta propuestas más actuales, como el pabellón de España que se construyó para la Expo 2008, del arquitecto Patxi Mangado. Sin embargo, entre todos los motivos, existe uno que destaca sobre el resto: su gastronomía. Es gracias a un tridente de éxito compuesto de excelentes hortalizas, carnes de primera calidad y magníficos vinos. ¿Cómo resistirse?
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De la huerta zaragozana se recolectan los pimientos, tomates, cardos, calabacines, cebollas, judías verdes y borrajas; ingredientes fundamentales para la preparación de uno de sus mejores platos, el pollo al chilindrón. También el ajo, para el bacalao al ajoarriero (un imprescindible de las mesas zaragozanas preparado con ajo, tomate, pimientos y patatas); y para el bacalao a la baturra (con huevos y patatas). No podemos olvidar las cebollas dulces, que nacen en el valle del Ebro

En cuanto a legumbres, son las lentejas y las judías las que más se cultivan en los campos de Zaragoza. Con estas últimas se elabora un exquisito plato, el Recao, cuya receta a base de judías, patata y arroz procedente originariamente de la provincia de Huesca.

Pollo al chilindrón.
Pollo al chilindrón.

Las carnes

La carne está muy presente en el recetario zaragozano. El cordero se prepara a la pastora -con menestra- en caldereta o asado; las cabezas van al horno y las patas en salsa. Del cerdo se extrae una gran variedad de chacinas además de preparar magras con tomate, lomo con salsa de almendras o la típica carne a la baturra con jamón y aceitunas. Otro exquisito manjar son los huevos al salmorejo, que se sirven en una salsa con espárragos. En cuanto a los platos de caza, abundan las liebres, codornices, faisanes, ciervos, jabalíes y perdices (en guisos o en estofados con trufa).

¿Y para acompañar? Nada mejor que una buena ensalada ilustrada, hecha a base de patata hervida, pepino, cebolla, lechuga, tomate, atún, huevo duro y judías. Para beber, por supuesto, un buen vino como los de las Denominaciones de Origen Cariñena, Calatayud, Somontano y Campo de Borja que producen tintos y blancos que maridan perfectamente los platos típicos de la región.

Cordero asado.
Cordero asado.

Un toque especial

Muchas recetas zaragozanas están aderezadas con hierbas y especias aromáticas como tomillo, romero, cilantro, jengibre, albahaca, anís, canela y clavo; pero la estrella en todos ellos es el azafrán. La recogida de la rosa del azafrán, en octubre, es una gran tradición en todo Aragón. Además, su laborioso cultivo y recolección lo convierten en un producto muy valorado (y muy caro).

Dulce Zaragoza

De esta tierra no podemos irnos sin probar el turrón de guirlache (con almendras) o los Crespillos de hojas de borraja; también las famosas frutas de Aragón, escarchadas y cubiertas de chocolate. Los Mantecados y los enormes adoquines de caramelo son también típicos de esta región. Y, para los más aficionados al dulce, las tortillas dulces de yema son toda una delicia, igual que el bizcocho de soletilla, las tortas de miel o las Torrijas.