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Ahora que la distancia social se impone, la gastronomía nos recuerda aquello que nos une: la pasión por comer. Y que, lo queramos o no, estamos aquí para mezclarnos, influirnos y aportar otros matices a nuestro guiso personal. Es lo que piensan desde hace tiempo cocineros como Abraham García ('Viridiana'), Gabriel Zapata ('Bacira'), Luis Miguel Gil ('Chifa'), Gonzalo García ('Nakeima') o Dabiz Muñoz ('DiverXO').
Tótems de la cocina fusión en Madrid que hoy quizá echan de menos no tener terraza, pero que siguen fieles a su filosofía. De momento, deberán seguir con el reparto a domicilio y el servicio para llevar hasta que puedan abrir sus puertas, aunque no les falta demanda ni muestras de apoyo por teléfono, correo electrónico o mensajes vía guasap. "Nos emociona mucho ver cómo en el móvil alguien te escribe y te cuenta lo bien que ha comido", cuenta Luis Miguel Gil, chef y propietario del restaurante 'Chifa'.
Así, si hiciéramos un recorrido por los altares del mestizaje culinario de Madrid la primera parada sería en 'Viridiana' (2 Soles Guía Repsol). El proyecto de Abraham García es pionero en componer platos con ingredientes de distintas latitudes. "Se puede venir al restaurante o pedir para casa. Es comida de calidad con toques de fusión, en raciones súper generosas y un 30 % más barato que en sala. Sin trampa y en cartón", asegura Abraham que en estos días trajina en su local vacío, pero rodeado de su gente más cercana.
"Ahora muchos que antes no podían acceder a 'Viridiana', lo están haciendo", continúa el chef. "Y aunque abramos seguiremos con este servicio". Un servicio para llevar y reparto a domicilio gestionado a través de una web, donde se pueden pedir desde las míticas lentejas al curry con gambas de Palamós y toques de sobrasada balear, hasta unas albóndigas de rabo de toro al mole poblano con arroz verde mexicano o un gazpacho de fresones con arenques del Báltico marinados.
"Cambiamos la carta cada día y tenemos también los vinos que se suelen servir aquí, pero más asequibles, claro", suelta Abraham. Y como es de esperar aconsejan llamar con antelación porque los fines de semana a veces la cosa se desmadra. Su zona principal de reparto queda dentro de la M-30, pero ya llegan más lejos, dentro de lo razonable (por eso conviene consultar su disponibilidad). El pedido mínimo es de 30 euros (más 5 euros de gastos de envío) y para recoger no hay importe mínimo. También tienen servicio por Glovo.
Los chicos de 'Nakeima' (1 Sol Guía Repsol) son un ejemplo de fidelidad a sí mismos, incluso en tiempos de pandemia. La experiencia de hacer cola en la calle (pues no aceptan reservas), conseguir un sitio y sentarse en un taburete para ver su espectáculo todavía deberá esperar. Ahora en la barra solo bailan ellos, pero su fusión asiático-ibérica ya está en marcha desde hace menos de un mes para saciar a sus fans.
El factor sorpresa sigue siendo su emblema. La clientela confía en las propuestas. Se llama y se pide, pero nadie sabe lo que se lleva en la bolsa. "Todos los días hacemos 20 platos. La idea es tratar de hacerlo lo mejor posible y que cada jornada sea algo nuevo incluso para nosotros", comenta Gonzalo García, chef y socio de 'Nakeima' junto con Luis Gómez. Para ello preparan dos menús sorpresa de take away de 5 (50 euros) y 7 platos (70 euros), para dos personas, que cambian a menudo.
Para domicilio en cambio se pueden pedir platos sueltos para un radio de reparto de solo 2 kilómetros desde el restaurante (a través de Uber Eats). "A partir de los 2 km vimos que llegaba todo frío y mal, y decidimos que no merecía la pena. Además, nos gusta más el take away porque así por lo menos puedes saludar a la gente y es menos frío", añade Gonzalo.
A dos pasos de la plaza de Olavide se ubica 'Bacira' (Recomendado por Guía Repsol), un local donde cualquiera se puede dar un homenaje de cocina-creativa-oriental-mediterránea sin saquear la cartera. Carlos Langreo, Vicente de la Red y Gabriel Zapata son los tres pilares del invento. Tres cocineros de largo currículum que se han organizado a contrarreloj para guisar y meter en cajitas nigiris, tiraditos y otros manjares.
"Empezamos pidiendo cajas de 50 envases, pero nos quedábamos cortos y ahora hacemos pedidos de 500 o incluso de 1.000. Los primeros días fue una locura. Ahora trabajamos los tres socios y dos chicos más que hemos rescatado del ERTE", explica Gabriel. Hoy su oferta adaptada es abundante y se divide en entrantes, sushi, principales, postres, bebidas y cócteles. Gyozas de langostino glaseadas con salsa mandarina; nigiri de atún con gel de soja; lubina con salsa acevichada…
Gabriel, que se encarga del sushi, ha superado su principal temor. "Me daba miedo que los nigiris se volcaran por el camino. Nos dimos cuenta de que los envases de bambú no funcionaban, así que los cambiamos", recuerda el chef. Ya con todo bajo control, incluso envían pisco sour en botellitas de cristal con instrucciones y una lima deshidratada para decorar. "Todo el sector se está adaptando: Rodrigo de la Calle, Dabiz Muñoz e incluso los del restaurante 'Noma'. Vamos evolucionando".
Luis Miguel Gil y su hermano Julián, de 'Chifa', cocinan, empaquetan y sirven a domicilio por sus propios medios. Han creado una marca para este fin: 'Á Gogó by Chifa', donde siguen plasmando su mixtura de sabores latinoamericanos y asiáticos en siete propuestas. "En el restaurante tenemos normalmente una oferta de 14 platos y para domicilio hemos seleccionado solo aquellos que mejor llegan a casa. En un futuro ya veremos", señala Luis.
Las bolsas de papel marrón y las etiquetas se acumulan en el mostrador. Los ojos se van a los títulos: escabeche filipino de bonito; curri rojo de carrillada; arroz chaufa con pollo de corral, gamba, huevo y plátano frito; cebiche de corvina, pulpo y vieira con cancha serrana y boniato, etcétera. "Nuestras rutinas son más o menos las mismas. De momento estamos los dos solos. Venimos, hacemos la producción, yo me voy a repartir y Julián se queda con el teléfono y cocinando", revela el chef.
"Tenemos claro que lo de antes no va a volver, así que este formato se va a quedar. La verdad es que el servicio de entrega a domicilio que había en Madrid antes de esta situación era paupérrimo. Hoy llegamos hosteleros que tratamos de hacer las cosas con más cariño: etiquetas, envases chulos, buen producto…", continúa Luis. "Damos un valor añadido. Ahora tienes unos 50 restaurantes a los que merece la pena pedir".
Otra parada en este tour es el restaurante de Dabiz Muñoz ('DiverXO', 3 Soles Guía Repsol) que a través de su concepto GoXO lleva a los domicilios su bautizada como cocina casera creativa. En sus redes ya se pueden ver algunas elaboraciones que se ha sacado de la chistera: espaguetis caldosos, mejillones gallegos, coco, piparras y café; ñoquis de patata con boloñesa de chorizo de León ahumado y crema de mandarina antigua; lentejas estofadas al curri con gambones, hierbabuena y mantequilla de limón, etcétera.
El precio de los platos salen a una media de entre 20 y 30 euros, además, con algunas propuestas de maridaje vinícola. Lo único es que, a la espera de cómo evolucionen los acontecimientos, su producción es limitada, en la línea de otros hosteleros que no quieren que la incertidumbre y las prisas acaben afectando al nivel de las elaboraciones. Así, para cazar un pedido se recomienda paciencia y no andar lejos de 'DiverXO'.
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