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Recorrer el centro histórico de Pontevedra, uno de los mejor coservados de Galicia, es empaparse de piedra, de historia, de tradición y del carácter de una ciudad abierta y amable. En los últimos años ha explotado su faceta de villa peatonal y pensada para disfrutar a pie, y ahora se encuentra en pleno proceso para impulsar su marca Capital Gastro, con la que busca posicionarse como destino gastronómico.
Para lograrlo tiene el mejor aliado en su hostelería, que ofrece una amplia variedad de propuestas que van más allá de la comida tradicional, incluye un Sol Guía Repsol y tiene en la multiculturalidad y la innovación dos de sus señas de identidad. Aquí proponemos diez paradas imprescindibles, pero las posibilidades son infinitas.
Situado en el corazón del casco histórico, en la plaza de la Leña, es el único restaurante de la ciudad con un Sol Guía Repsol. Degustar las propuestas del chef Iñaki Bretal en ‘Eirado da Leña’ bien merecen una visita a Pontevedra por sí mismas. El local es pequeño, con un comedor de apenas seis mesas y un reservado, donde ofrece una carta reducida y cuidada al detalle con dos menús, Curricán y Palangre, que varían en función del número de platos e incluyen opción de maridaje.
Tanto en los platos como en su completa bodega, la filosofía es intentar siempre sacar “lo mejor del mejor producto”, con materia prima gallega trabajada con sencillez y sin olvidar sus orígenes. Pescados y marisco de la lonja de Ribeira, a la que Bretal acude a diario, verduras ecológicas y carnes de vacas viejas autóctonas cocinadas tirando de creatividad.
Una taberna dentro de un museo. La apuesta era arriesgada, pero Pepe Vieira la ha llevado al éxito. El chef, con 2 Soles Guía Repsol en su restaurante homónimo de la vecina localidad de Poio, abrió este local dentro del propio Museo de Pontevedra. ‘Ultramar’ (Recomendado por Guía Repsol) es un espacio en piedra y madera de estética desenfadada que, en los días de buen tiempo, se amplía con una atractiva terraza.
Esta “taberna atlántica” -en palabras del cocinero- ofrece una cocina de contrastes, mezcla de influencias orientales y producto local, y un menú que tanto te sirve su famoso bocadillo de calamares como salmonete a la llama, bogavante asado con costilla de cerdo crujiente o un steak tartar que ya la carta presenta como the special one.
En 2013, un español se colaba por primera vez en la lista de Ospitalitá Italiana de los mejores restaurantes italianos fuera del país. Era ‘Il Piccolo’, situado en Pontevedra. Desde entonces no ha dejado de ser un referente para quienes buscan encontrar las auténticas características culinarias del país.
Auténtico y comprometido embajador de las tradiciones de todas las regiones italianas -la carta incluye platos de todas ellas-, Francesco Ianneli importa la mozzarella de búfala de La Campana, elabora todas las masas de forma artesanal y se ha metido al público en el bolsillo ofreciendo opciones para celíacos en todo el menú.
Muy céntrico y acogedor, este restaurante se ubica en una casa de finales del siglo XIX -restaurada respetando la arquitectura tradicional con un toque de modernidad- y destaca por su buen producto y un servicio cuidado.
En el menú de ‘La Casa de las 5 puertas’ (Recomendado por Guía Repsol) se pueden encontrar propuestas de la gastronomía típica gallega como los mariscos y pescados, y resulta imperdonable no probar su famoso pulpo o la tortilla de patatas, jugosa, multipremiada y principal reclamo de los clientes más fieles.
Situado en la calle Alameda, a escasos metros del casco histórico, ofrece lo mejor de la cocina tradicional gallega, en especial de sus productos del mar. ‘Alameda 10’ (Recomendado por Guía Repsol) es el restaurante por excelencia para disfrutar de mariscos y pescados de primera calidad preparados sin artificios, potenciando el sabor.
El local es acogedor y, en horario nocturno, apuesta por la luz de las velas para crear un ambiente más íntimo, en el que disfrutar de la compañía y de platos estrella como el arroz con carabineros y zamburiñas o las croquetas de marisco.
Tan solo el local ya merece una visita. Desde su terraza y ventanales se disfruta del corazón de la ciudad, la plaza de la Herrería; en su interior se conservan restos de la última ampliación de la muralla medieval de Pontevedra, de la segunda mitad del siglo XV. Pero el ‘Savoy’ es mucho más que un restaurante bonito, es un gastrobar en el que el chef Pablo Liste parte de platos típicos gallegos, los moderniza y los convierte en cocina contemporánea.
Tiene en común con el resto de locales seleccionados su apuesta por el producto gallego y de cercanía. Sobre esa materia prima, ensalza su sabor mezclando la cocina tradicional de la tierra con recetas y técnicas internacionales de cocinas como la peruana o la asiática.
Las manos del chef Rubén González transformaron y revitalizaron este local situado en pleno corazón de la Alameda de Pontevedra, que en sus orígenes había sido un viejo café de principios del siglo XX. Hoy se ha convertido en gastroteca y lleva años encadenando premios en concursos de tapas.
La carta fija es corta y cambia cada temporada y se completa con otra que se renueva cada semana, todo resultado de una filosofía inquieta que, sobre la base de un producto de mercado y proximidad, redefine la cocina tradicional gallega con un toque actual y creativo de la mano de técnicas culinarias de todo el mundo, en especial de la gastronomía asiática.
A tiro de piedra del casco histórico, en una de las calles peatonales próximas a la Alameda, se ha convertido en todo un icono para disfrutar de la cocina mexicana en Galicia. Un establecimiento con clientes fijos que llegan desde localidades de toda la comunidad para disfrutar de una carta con el valor añadido de apostar por propuestas aptas para celíacos.
El local anima a trasladarse a México con una decoración cuidada y atención a la calidad de sus productos, en especial las tortillas artesanales, base de la cocina mexicana que muchos restaurantes descuidan. Una de sus especialidades son las quesadillas, pero también suelen conquistar las enchiladas, los tacos de cochinita pibil, los nachos y el guacamole.
Restaurante de cocina clásica, fundado a principios del siglo XX en la localidad de Sanxenxo, que desde los años 80 cuenta con un local en la zona nueva de Pontevedra. Bebe de la filosofía de sus fundadores y ofrece un elegante comedor y un salón privado que ha acogido a clientes de prestigio como el rey emérito, Juan Calos I, en sus visitas a la ciudad.
El servicio, cuidado y esmerado, y una propuesta gastronómica con una carta variada, que recoge lo mejor de la tradición culinaria gallega, lo ha convertido en referente por su servicio de cátering para todo tipo de eventos.
El único de la lista situado a las afueras, aunque a pocos minutos del centro de la ciudad. Visita obligada para los amantes de la buena carnes, sus especialidades son el chuletón de buey y la carne a la piedra, pero desde su apertura en 1986 han depurado las técnicas de preparación de todo tipo de carnes, convirtiéndose en destino ineludible si se busca comer churrasco, chuletillas o paletillas de cordero sabrosas y de primeras calidades.
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