‘Bodega Diego de Lemos’ en Pincelo (Chantada, Lugo)

Ester Tejeiro, la viticultora más heroica de la Ribeira Sacra

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13/12/2024 –

Actualizado: 23/06/2023

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“Mi vino no enferma a la gente”, dice andando entre sus cepas por una escarpada ladera de un cañón del Miño, nada más conocernos. Ella fue la primera en producir vino ecológico certificado en Galicia en el año 2002, con 64 años, en su ‘Bodega Diego de Lemos’. A sus 87 sigue risueña e imparable, trajinando por el abrumador paisaje de la Ribeira Sacra que envuelve Pincelo (Lugo) y cuidando de que su bodega sea un símbolo del respeto por la tierra a la que pertenece.

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“El químico cuando llueve no se marcha, queda en la savia y de ahí pasa a la cuba. Nosotros, en el año 95, también dimos herbicida, pero la tierra enfermó, no crecían flores ni hierba y decidí que había que acabar con eso. Volver a como lo hacían mis padres. A las viñas las quiero porque me dan de comer, me gusta la naturaleza”. A sus pies, el Miño se abre camino entre las viñas que tapizan las laderas de orientación sur, donde el sol alimenta las uvas, y los bosques con castaños, tejos, robles, pinos, fresnos y alisos, que crecen frondosos en las laderas norte más sombrías. Un paisaje tan salvaje y cautivador que sólo se puede alabar su valentía por defender la tierra que lleva tan dentro y que sus padres ya trabajaban así.

En una de sus viñas escarpadas en pleno cañón del Miño, en la Ribeira Sacra.

No es fácil seguir el ritmo de Ester Tejeiro Lemos subiendo y bajando entre sus cepas. A sus 87 años, esta supermujer sigue practicando la viticultura heróica, moviéndose con agilidad por los bancales en pendiente de sus viñas en plena Ribeira Sacra, con la hoz en la mano mientras siega malas hierbas y salva a las que benefician a sus vides. Tres veces al día se pasa por alguna de sus 20 viñas -nueve hectáreas- para echarlas un ojo. Tremendamente vitalista y risueña, un punto de nostalgia se asoma a sus ojos cuando habla de su favorita, que “está muy arriba y era de mi madre”. Entonces mira hacía abajo, al fondo del río donde yace Portotide, la aldea materna enterrada como otras por el embalse de Belasar, que tanto duele aún a los habitantes de la zona.

Las cepas crecen entre espigas y flores silvestres tan ricamente.

En Pincelo, frente a sus viñas, está la bodega familiar ‘Diego de Lemos’, con sus vinos atlánticos, frescos y minerales. Un vino alegre, con ese punto de acidez tan característico. Hasta allí vamos con la chef gallega Lucía Freitas, de ‘A Tafona’ (2 Soles Guía Repsol), pues la veterana viticultora forma parte de ‘Amas da Terra’, la red de productoras que está impulsando. Ya asoman las cerezas del árbol, entre las higueras y los madroños, así que Ester se sube a la escalera para que las probemos. No sabe estar quieta.

“Cuando decidí plantarme y no utilizar químicos, solo sulfato porque se va con el agua, la gente decía que estaba loca y que iba a arruinar a mi familia. A mi marido tampoco le gustó mi decisión, pero yo seguí adelante con mi idea y jamás me he arrepentido”. Ester habla con el liviano peso de la sabiduría, sin darse importancia y con tal tranquilidad que su compañía resulta una cura inmediata contra el estrés.

¿Hay mejor plan que compartir con Ester y Lucía una copa de su vino y unas cerezas recién cogidas?

Abrimos una de las botellas con su cara siempre sonriente en la etiqueta y nos bebemos ese paisaje mientras picoteamos las cerezas y nos enamoramos de una mujer extraordinaria, a la que tener como referente de por vida.

‘BODEGA DIEGO DE LEMOS’ - Pincelo, A Sariña. Chantada, Lugo. Tel. 982 17 16 66.