Cueva del Mendukilo

Larráun, Navarra

Qué ver

El Valle de Larráun, y más concretamente el municipio de Astitz, guarda la cueva del Mendiluko. Un territorio plagado de misterio e historia y que a su vez se ha convertido en uno de los principales reclamos del lugar desde que fuera abierto al público, en el verano de 2005. A las puertas de la cueva, uno empieza a entender su magnitud. El lugar que antaño fuera un coto reservado exclusivamente para espeolólogos, esconde infinidad de secretos, en su mayoría indescifrables. Antiguamente usado como establo, la cueva del Mendiluko cuenta con tres salas perfectamente acondicionadas. Artzainzulo es el punto de partida. De grandes dimensiones, el habitáculo permite observar diversas y curiosas formaciones geológicas. La sala de los lagos, conocida como Laminosin, es la siguiente escala. Decenas de estalactitas y estalagmitas pugnan por atraer la atención. El impacto es tal que uno no sabe adónde mirar. Pero aún queda lo mejor, el plato fuerte: la morada del dragón. La sala es inmensa y poco tiene que envidiar a la Montaña Solitaria custodiada por otro dragón, Smaug, en 'El Hobbit'. De repente las luces se apagan y tras unos segundos de incertidumbre, el silencio es absoluto. Las entrañas de la Sierra de Aralar parecen querer decirnos algo. Hipnotizados, abandonamos la sima y nos dirigimos a la casa de acogida. Allí vemos una exposición y a través de un documental conocemos más detalles del lugar. Para terminar, sin apenas fuerzas, recorreremos un entorno natural plagado de árboles como el roble o el fresno. Un cierre perfecto para un capítulo tan enriquecedor como inolvidable.