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Un casco histórico árabe casi intacto
Siguiendo el curso del río Segre, a su paso por Balaguer, descubrimos una ciudad con murallas medievales, restos de un castillo islámico y un antiguo barrio judío. Como bonus de la visita, encontraremos en su término municipal uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Cataluña, el de Llano de Almatà (Pla d`Almatà). Balaguer es la capital de la comarca de la Noguera, la más extensa de todo el territorio catalán. Lleida, la capital de provincia, se encuentra solo a 30 kilómetros de Balaguer, fundada tras la llegada de pobladores árabes y beréberes a la zona del Segre durante la primera mitad del siglo VIII. Tras el dominio árabe, la ciudad fue conquistada por el conde Ermengol VI en el año 1105 y se incorporó al condado de Urgell. La Iglesia de Santa María, del siglo XIV es, sin duda, el icono arquitectónico de Balaguer. De estilo gótico y con una sola nave, fue declarada Monumento Histórico-Artístico. Podemos llegar a ella a través de la Plaza del Mercadal, la plaza porticada medieval más grande de Cataluña. Desde ella podremos ver también las primitivas murallas, del siglo X y XI, que encerraban la ciudad. El núcleo urbano es un bello laberinto de pasajes estrechos y empinados. En nuestro paseo nos encontraremos con el castillo de Formós, el santuario del Santo Cristo, el precioso claustro gótico del convento de Sant Domènech y con el puente de San Miguel, el más antiguo de la ciudad. Conviene, además, no pasar de largo por las preciosas plazas interiores del Pozo y San Salvador.