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Entre pozas de agua cristalina y vertiginosos viaductos
Hay muchos alicientes en la visita a Bot, un pequeño municipio de la comarca vinícola de Terra Alta, famosa por su extraordinaria garnacha. Es una de las paradas más importantes de la Vía Verde del Valle de Zafán, el recorrido cicloturístico que sigue el antiguo trazado ferroviario entre las localidades de Híjar de la Puebla y Tortosa, ya que está situada justo a mitad de camino y en su término cuenta con el viaducto más espectacular de la ruta. La estación está pegada al núcleo urbano, lo que facilita el acceso a la vía. Muy cerca, a cinco kilómetros, queda el Santuario de la Fontcalda, un paraje espectacular con pozas de agua ceñidas por altas paredes de roca bajo la mirada del templo del siglo XVIII.
El pueblo de Bot está custodiado por la Sierra de Pàndols y la de Cavalls, por lo que es un buen punto de partida para recorrer la zona y disfrutar de sus paisajes únicos. El Canaletes pasa cerca de la localidad; es un río de aguas cristalinas que discurre entre grandes rocas y crea profundas piscinas naturales y saltos de agua. Uno de los parajes más emblemáticos es el de les Olles, accesible a pie y en coche, una sucesión de pozas ideales para el baño. Otro punto de interés es la Ermita de Sant Josep de Bot. Junto a ella se encuentra el Forat de la Donzella, un espectacular surtidor de agua que brota entre grandes rocas. El pequeño pueblo de Bot también merece ser recorrido con pausa, con la iglesia gótico-renacentista de Sant Blai (siglo XVII) y la Cruz de los Templarios, construida alrededor del siglo XII.
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