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Enigma, gastronomía y patrimonio al abrigo del Monte Santa Bárbara
Al sur de Donostia, a solo cinco kilómetros de San Sebastián, se encuentra Hernani, sin duda uno de los territorios más enigmáticos de Guipúzcoa. Una buena manera de descubrir sus secretos es transitar por su precioso casco antiguo, uno de los Conjuntos de interés Histórico Artístico que posee el País Vasco. Empedrado y vigilado por los montes de Santa Bárbara, este casco –antiguamente amurallado– conserva en un excelente estado su herencia medieval en calles y monumentos.
Destacan, entre los puntos de interés, la Iglesia parroquial de San Juan Bautista, la Casa-Torre de los Gentiles, el imponente Convento de San Agustín o la espectacular Casa Consistorial del municipio. Pero esto no es todo. Hernani reserva con mimo sus espacios para la celebración y, cómo no, para la gastronomía. En el primer capítulo destacan sus fiestas patronales –entre el 23 y el 27 de junio– y la Azeri-Dantza (sábado y lunes durante el Carnaval), mientras que en materia culinaria destaca sobremanera el jabalí a la sidra. Son acicates más que suficientes para visitar un pueblo que enamora. Y es que, como decía Chillida, uno de sus vecinos más ilustres y con un museo dedicado a su vida y obra en la localidad, “hay que buscar caminos que no hayan sido transitados antes”.
