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Junciana

El berrocal es un perro (o un lobo) sentado

Municipio de unos 50 habitantes al que se accede por un desvío desde la carretera AV100, a 94,3 km de Ávila. Lo forman Junciana y Barrio Chico.

Su entorno ofrece paisajes variados entre agrestes y fluviales. Se sitúa entre el valle del Tormes, al oeste, con un cauce considerable a estas alturas (acaba de pasar por El Barco de Ávila), y las estribaciones de la sierra de Béjar a oeste y sur. Junto al pueblo pasa el arroyo Becedillas.

Así, combina vegetación de ribera, pastizales con cercos de piedra y barreras vegetales, encinas dispersas o en dehesas muy abiertas y extensos terrenos de lanchar y berrocales. El más famoso de todos aparece como una peculiar escultura natural con forma de perro (o lobo, a elegir) sentado.

Conserva bastantes ejemplos del arquitectura popular en sillarejo, desde cercas, corrales y cobertizos a viviendas de diferente porte, con grandes sillares de refuerzo en las esquinas y en cercos de puertas y ventanas (varios dinteles están labrados). Algunas están encaladas o pintadas de blanco. Una de las más interesantes proyecta la forma semicircular de un horno.

Completan el álbum una iglesia que destaca por la posición de la espadaña, las clásicas fuentes con pilones, una pasarela de losas (puente, si se quiere) con el encanto de lo muy rústico, restos de un poblado que sufrió la guerra de la Independencia y pruebas de asentamientos humanos desde el calcolítico, pasando por los romanos y los ancestros medievales.

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