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Un latido de Edad Media
Dentro del Parque Natural de Sierra Nevada encontramos una puerta a Las Alpujarras, entrada alternativa al Puerto de La Ragua. La Calahorra, le llaman, e inconfundible es su imagen, compuesta de casas blancas subidas en una ladera montañosa, como si de escaleras bellas se tratasen. El paisaje natural de la sierra le da personalidad, delineada por la historia de su patrimonio y por el color de las tradiciones. Perderse en sus calles es comprobar lo mestiza que ha quedado su cultura, impregnándose, de paso, de una Edad Media aún latente, arrullada en la iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación, en la ermita de San Gregorio y en el Puerto de la Ragua, poniendo especial énfasis en su emblemático castillo. Y es que La Calahorra no olvida la época de los califatos árabes en el Pilar de los Caños, ni su herencia morisca al comer rin-ran de bacalao, todo ello mientras entona el himno a varios santos en sus numerosas fiestas.
