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Aznalcázar, Sevilla
Los suelos de baldosines blancos y oscuros de la plaza del Cabildo de Aznalcázar tienen un aire de tablero de ajedrez que invita a sentarse en alguno de sus bancos y reflexionar tranquilamente sobre lo divino y lo humano. Para reforzar esa sensación y marcar nuestros movimientos, un reloj de agujas nos contempla sereno desde la blanca fachada del edificio del fondo. También ayuda a abstraerse todo el marco de edificios clásicos que rodea esa cuadrícula, con ese aire respetable que da la veteranía, puesto que llevan allí más de tres centurias.
A pocos metros de esta plaza, visible incluso sin moverse del tablero, se puede disfrutar de la contemplación de otro solemne edificio que también vigila el paso del tiempo de Aznalcázar. Se trata de la Casa Grande, un antiguo palacio señorial del siglo XVII. Plantado en la avenida de Juan Carlos I y con un inequívoco y elegante aire andaluz, fue adquirido por el Ayuntamiento para situar allí su sede.
