Paseo marítimo

Portugalete, Bizkaia/Vizcaya

Qué ver

Son tres tramos, repartidos en unos dos kilómetros, y hay para todos los gustos. Los que busquen el sabor de lo añejo y sientan nostalgia por aquellas estampas de marineros descargando su pesca del día en el Muelle Viejo encontrarán su lugar y con su suerte podrán ser testigos de la llegada de alguna pequeña barca pesquera a este embarcadero viejo. En el Muelle de Churruca, también llamado Muelle Nuevo, podemos encontrar el lado más señorial de este paseo. Bastará un vistazo a los señoriales edificios que pueblan este tramo, como la casa de Zunzunegui, de Olaso, de Palacios o de Vicuña, para trasladarnos a esa época de esplendor que vivió la localidad a finales del s. XIX y que tuvo un punto culminante con la construcción del puente.
De esa misma época, en concreto de 1883, es el imponente instrumento con el que nos toparemos al final de este muelle. Se trata de un mareómetro que mide la profundidad del caudal de agua, facilitando, en su momento, la peligrosa navegación por la ría y que hoy es admirado por todos los paseantes. Y, de un monumento a otro, porque al avanzar por el Muelle de Hierro estaremos transitando por toda una obra de arte que aúna pragmatismo y belleza. Su creación dio solución al problema de la barra de arena que se empeñaba en cegar la desembocadura del río y su diseño, con 600 metros de armazón del material que le dio nombre, le valió el reconocimiento como monumento y su declaración como bien de interés cultural. Como recompensa extra, al final del recorrido encontraremos, junto al faro, las mejores vistas de la ría y el puente.