Plaza de España

Lebrija, Sevilla

Qué ver

Nada marca más el carácter de un pueblo que la personalidad de sus vecinos y ésta se refleja siempre, de una manera u otra, de la forma en que su gran plaza sirve para la vida del día a día y como carta de presentación para los visitantes. Es amplia y abierta, haciendo que todo el mundo se sienta bienvenido. Los árboles que visten su extensión dan sombra cuando se necesita y belleza siempre. La parte central está cerrada al tráfico, de forma que aquí se puede disfrutar de una agradable charla en un banco o de las novedades que mercadillos y ferias traen hasta aquí. Alrededor, bancos y negocios, símbolo de su espíritu emprendedor, así como agradables terrazas donde descansar y encontrarse con los amigos, además de, muy cerca de allí, la capilla de Nuestra Señora de la Aurora, con su bella portada de ladrillo. En un pedestal, como no puede ser de otra manera, es honrado su vecino más ilustre, Antonio de Nebrija, humanista del s. XVI y padre de la Gramática Castellana. Pero si algo llama la atención de este enclave es el edificio de su Ayuntamiento, tan solemne pero tan alegre al mismo tiempo, con su blanco y su rojo jugando en sus muros y las banderas ondeando en su fachada. Desde luego, solamente con observar unos minutos cómo se desarrolla la vida en esta plaza, podremos hacernos una idea de cómo es Lebrija y cómo son los lebrijanos.