Plaza del Convento

Villamanrique de la Condesa, Sevilla

Qué ver

¿Cómo se aúnan historia, tradición, arte y religión en un espacio que sea de reunión para vecinos, sin importar su edad, y de paso obligado para turistas y curiosos? Puede que una pregunta similar se hicieran los encargados de remodelar la plaza del convento porque, desde luego, han sabido darle respuesta. Desde el banco de Guadiamar, una estructura de azulejos pintados a mano que representan la flora y fauna de ese río, la visión de los distintos elementos que componen esta obra de arte urbano no puede ser mejor.

Siguiendo el cauce de un pequeño riachuelo que discurre a nuestros pies, encontramos el origen de esta agua: un caño que brota de los pies de una pintura de la Virgen del Rocío, que cobijada en una hornacina protege a los viandantes. Rojo, azul, amarillo, verde. Los vivos colores del resto de bancos de la plaza captan la atención a la primera y obligan a levantarse para admirarlos de cerca. Es así como descubriremos que la plaza está poblada de símbolos que nos cuentan las leyendas e historias del pueblo que nos acoge: tesoros escondidos, caballeros conquistadores, pieles de toro… Y cada esquina de la cuadrada plaza representa a uno de los cuatro elementos.