Basílica de la Asunción de Nuestra Señora

Colmenar Viejo, Madrid

Qué ver

Su prodigiosa torre gótica hace que nuestros ojos admiren tan trabajosa decoración de 50 metros de alto, rematada con un precioso campanario. Lo alto de la torre queda decorado por elementos animalísticos como grifos, leones y perros. Para descubrir su interior nos toca escalar una compleja escalera de caracol. Llegados al punto más alto, nos reciben las gárgolas desafiantes, que custodian el carrillón. Una vez terminada nuestra visita por las alturas del campanario, accedemos al templo por la Portada Norte, su acceso principal. En la decoración de la misma sobresalen las imágenes de La Piedad, y dos blasones correspondentes a las familias Mendoza y Pimentel, que participaron en la construcción del templo allá por el siglo XV.

El interior de la basílica esconde un retablo mayor de gran vistosidad. Esto se debe al perfecto equilibrio entre su ornamentación arquitectónica, escultórica y pictórica. En él aparecen reflejadas escenas bíblicas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Especialmente reseñables son la expresividad de las pinturas de La Anunciación, el Nacimiento de Jesús. o la Adoración de los Reyes de Oriente, que junto con las las esculturas de El Sacrificio de Elías o Dios y Moisés en el Sinaí, conforman una nutrida representación del arte sacro en Madrid.

Además del retablo mayor, hay otros retablos más reducidos de tamaño pero que llaman la atención por igual. Son el de Nuestra Señora del Carmen y el de Santa Ana, ambos recargados con un marco dorado, que cobija las imágenes de las santas, y decorado con simbología del apocalípsis, y el escudo de la orden del Carmelo.

En sus dependencias se encuentra el Museo de Arte Sacro de Colmenar Viejo, que alberga una nutrida colección de objetos que conforman el patrimonio religioso del municipio.