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Hondarribia, Gipuzkoa/Guipúzcoa
Ha podido más el relato que el nombre oficial. Por eso, la mayoría de turistas y vecinos lo conocen como Casa de Juana la Loca en lugar de la menos colorida denominación de Palacio Egiluz. La leyenda dice que en este edificio se alojaron la futura reina de Castilla y Felipe el Hermoso durante tres días, en su viaje desde Flandes a Castilla para ser proclamados príncipes herederos. Pero en contra de la teoría que sostiene su papel como hotel de reyes se sitúa el estilo artístico del palacio: esa fachada de composición simétrica clasicista y sillería almohadillada, que hablan de un origen más tardío, en torno al siglo XVII. Creamos a quién creamos, el Palacio Egiluz es igualmente disfrutable paseando por la calle de Juan Laborda, en pleno casco amurallado de Hondarribia, con el mar asomando entre unas coloridas casas marineras que contrastan en su sencillez con la fachada del palecete. Especialmente, con ese recargado y bello blasón que preside su entrada. En un entorno semejante, es difícil no alinearse con los que apuestan por la leyenda.
