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Catedral de Santa María

Tui, Pontevedra

Erigida para sorprender, lo consigue. Pocas iglesias cuentan con un entorno tan bello, regado por el Miño, y pocas pueden decir que se ven desde otro país, como aquí pasa en la localidad portuguesa de Urgeira. La entrada principal de la catedral de Lalín es grandiosa, con un arco ojival alancetado diseñado en grandes proporciones. Las arquivoltas son las protagonistas secundarias en esta primera perspectiva, puesto que permanecen presentes tanto en el arco como sobre la puerta interior. Lo curioso del exterior es el flanco superior, que permanece almenado, como si de una fortificación se tratara. En el interior de la catedral, las naves son de gran envergadura. Es en las bóvedas donde aparece, ya de un modo majestuoso, el gótico imperante. Además, hay una cuidada y pensada iluminación natural proveniente de una especie de rosetón sin ningún adorno. Hay que destacar la capilla de San Telmo o de las Reliquias, renacentista, construida por el obispo Torquemada. También cuenta la catedral con un claustro del s. XIII, el más antiguo de Galicia, que alberga una colección epigráfica y heráldica y junto al que está la Sala Capitular, del s. XII. 

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