Catedral de Santa María la Real

Pamplona/Iruña, Navarra

Qué ver

Te han dicho que es uno de los conjuntos catedralicios más completos de España, que conserva la mayoría de edificaciones que solían componer el complejo de una iglesia así, por lo que vas concienciado de que la visita será larga y minuciosa. Y lo confirman sus enormes dimensiones, que es lo primero que te sorprende mientas das la vuelta para alcanzar la fachada y empezar el recorrido. Aunque el pórtico es neoclásico (una reconstrucción del s. XVIII) lo que ves en el interior es gótico en estado puro, el conjunto más valioso de Navarra, según dicen. Recorres su largo cuerpo central y, frente al presbiterio, llegas a una de las paradas previamente señaladas en tu cabeza: el mausoleo del rey Carlos III el Noble y su esposa. Aun así, ninguna reseña podría describir ese detalle y la calidad que los artistas funerarios pusieron en su trabajo, no en vano el conjunto está considerado una obra maestra de este tipo de escultura.

Dejas atrás las esculturas, buscas otro hito, el claustro gótico, y compruebas que merece su fama como uno de los más valiosos de Europa y el mejor conservado del s. XIV. Una vez allí recuerdas que una de las gracias de esta catedral es que, junto a los espacios habituales, también se pueden visitar otras estancias domésticas que dan más juego para el 'cotilleo' del turista, como su cocina gótica (solo hay tres así en Europa) o el dormitorio de la catedral, el único que queda de este tipo. Sí, Santa María la Real hace honor a su rango de museo catedralicio.