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Ermita de la Virgen de los Dolores

Fasnia, Santa Cruz de Tenerife

Cada peregrino que subía a ver la imagen de la Virgen de los Dolores llevaba una piedra y así, con estos cantos, se construyó la ermita que corona la montaña de Fasnia. Al menos, eso es lo que cuenta la leyenda, que se recoge en el poema de una escritora local. Su blanco resplandeciente recibe, desde el s. XIX, cada viernes, a los devotos que acuden sin falta en la que se ha mantenido como una de las tradiciones con más arraigo en la zona. A su lado, presidiendo la montaña, se construyó una nueva ermita a mediados del s. XX. Sin embargo, una tormenta tropical acabó con ella, dejando de nuevo sola a la primitiva iglesia, como centro de peregrinación y custodia de la imagen de la Virgen de la Montaña.

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