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Tella-Sin, Huesca
Muchas veces se conoce un pueblo a partir de su iglesia y en este caso no andamos equivocados. Para empezar porque la población se desarrolla a partir de la ubicación del templo y, para seguir, porque ambos se retroalimentan. Es el caso de San Esteban de Sin, sita en el segundo núcleo en importancia de Tella-Sin y en pleno valle de Chistau. Su construcción es del siglo XVI, pero no la podríamos adscribir estrictamente a un estilo. Es de planta rectangular y ábside románico. Su preciosa torre es de tres cuerpos y va rematada con un chapitel de forma piramidal. Pero cuando entramos no dejamos de sorprendernos porque esta iglesia alberga en su interior un museo y hasta una momia: la de San Tiburcio. Parece ser que los restos pertenecen a un descendiente de una poderosa familia de la zona.
Al salir de la iglesia, recibimos con agrado la bocanada de aire pirenaico y seguimos paseando por las calles de Sin para encontrarnos con un conjunto arquitectónico medieval digno de ver. Nos alegramos de haber reservado un rato para merodear por sus calle y admirar, entre otras, las casas señoriales de Puche y El Torrero, ambas reformadas pero originarias del siglo XVI.
/00LasMugas-3.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "Una cálida experiencia en medio de la nieve")
