Iglesia de San Martin de Tours

Lesaka, Navarra

Qué ver

Desde lo alto de la colina de este municipio, entre la gran arboleda, la iglesia de San Martin de Tours vigila a los vecinos de Lesaka, como si de un espía se tratase controla cada movimiento. Este templo, casi catedralicio por sus enormes dimensiones, necesito dos siglos de historia para poder afirmar, en 1737, que había nacido. Gracias a esta prolongación en el tiempo, al visitarla se pueden observar varios estilos arquitectónicos y artísticos. De ellos, el gótico tardío se impone en el interior donde grandes bóvedas estrelladas recorren todo el templo. El gran número de retablos nos dejará atónitos, estos dorados marcos exhiben relucientes las delicadas esculturas en madera tallada de los patrones de Navarra, San Francisco Javier y San Fermín, y otras muchas tallas que forman uno de los conjuntos más interesantes del barroco navarro. Pero es su retablo Mayor donde la luz se hace milagro, y acompañado del bello sonido de su imponente órgano romántico, la mirada tierna de la Virgen de la Inmaculada nos recibe con una bendición.

En su exterior, la portada central hace que levantemos la vista para contemplar la imagen de San Martín, obispo de Tours. Pero es su enorme torre la que nos ofrece toda la riqueza barroca que define el templo. En lo alto de su campanario, de base cuadrada y cuerpo octogonal, las esculturas en piedra, del siglo XVII, de la Virgen del Carmen, la del Rosario, Santa Bárbara y Santa Águeda, observan el ir y venir de un pueblo que se siente observado.