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La peregrinación sagrada deja en Villafranca del Bierzo una huella imborrable en el tiempo. De románico, el siglo XII construyó sus muros con estilo y elegancia, aunque humildes y serenos. No podía ser de otra forma, la iglesia de Santiago de Villafranca tenía que dar ejemplo. No solo era, y es, la joya de la corona de la villa, sino que tiene bastante responsabilidad ‘para con’ los viajeros que se encaminaban a Santiago, así pues es menos ostentosa que la colegiata de Santa María, aunque también está declarada como bien de interés cultural. La iglesia de Santiago es más discreta dibujando en sus piedras la sencillez y belleza románica que un templo es capaz de tener para conceder la indulgencia plenaria. Según la tradición, si los peregrinos no podían llegar hasta Santiago, por causas de fuerza mayor, tomaban en este templo la comunión de rodillas en los escalones de la preciosa puerta del perdón y quedaban con las mismas perdonanzas y prerrogativas que si lo hubieran hecho en la catedral de Santiago. De esta manera, la iglesia les salvaba el alma perdonándoles todos los pecados bajo esta enigmática puerta, cuya sola contemplación, a día hoy, justifica el viaje hasta el valle del Bierzo.
42.603952, -6.807674
987540028
http://www.villafrancadelbierzo.org/