Palacio Aguirre

Deba, Gipuzkoa/Guipúzcoa

Qué ver

Aristocrático, el tiempo ha corrido en sus muros desde el siglo XVII, manteniendo su espíritu elegante hasta el presente. Este ha impregnado toda esta villa pesquera y rural con uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil de Gipuzkoa. El palacio de Aguirre es un edifico noble por naturaleza y dueño además de los secretos que una vez las familias más importantes de la villa encerraron tras sus piedras. Durante el siglo XIX se convirtió en un importante foco del movimiento romántico español, recibiendo a ilustres de la talla de Bécquer o José Zorrilla. E incluso durante algún tiempo llegó a ser morada de reyes. Destila cultura por sus arcos porticados y prestancia por la sillería que remata los amplios ventanales por los que han llegado a asomarse grandes personalidades. Solo observarle dos segundos es suficiente para entender su empaque. Pero si su cara externa es palaciega, el interior de esta mansión se deshace en belleza y armonía. La escalera que comunica sus tres pisos conserva magníficas tallas de madera mientras que el suelo las paredes y el techo no se escapan de la ‘barroca’ ornamentación que embriagan los sentidos artísticos de cualquiera que cruce su puerta principal. Incluso se conserva el mobiliario de época que trasladará al visitante a aquellos tiempos en los que intelectuales y nobles se reunían para tratar temas de toda índole. La alta alcurnia deja en el Palacio Aguirrle un linaje de piedra que el tiempo mantiene intacto.