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Eskoriatza, Gipuzkoa/Guipúzcoa
Pedro de Zalbidegoitia quiso que el dinero que había conseguido comerciando en América sirviera para embellecer su pueblo, Eskoriatza, y dio para bastantes ya que con esos fondos se costeó la parroquia de San Pedro y, además, se construyó uno de los edificios más bonitos del lugar: la casa palacio de Zalbidegoitia o de la Hidalga. Si nos acercamos hasta el edificio por su parte posterior, las dos galerías formadas por arcos sostenidos por unas bonitas columnas y adornadas con barandillas de hierro ya nos dan una pista sobre el carácter señorial de la construcción.
Esta impresión se refuerza a medida que vamos dejando atrás el edificio adosado y, aproximándonos hasta la parte frontal, nos fijamos en los sillares de la planta baja, los lustrosos balcones, las dovelas que decoran las ventanas y el imponente alero bajo el que será un placer resguardarse de los elementos.
