Puente de los Siete Ojos

Santa María de la Alameda, Madrid

Qué ver

Puede que creas que conoces el puente Recondo porque alguna vez has pasado sobre él mientras realizabas en tren el trayecto Madrid-Ávila. En ese caso, su plataforma será solo la vía férrea que te sirvió para salvar un profundo vano sobre el río Cofio. Pero más allá de su uso práctico, el puente Recondo, también llamado de los Siete Ojos, es un espectáculo. Eso sí, para disfrutar de él en plenitud deberás bajar a tierra, hasta los pies de este viaducto, y solo entonces mirar, mirar y recrearte, como hacen ya los muchos senderistas que han incluido esta parada dentro de sus rutas por los alrededores de Santa María de la Alameda.

La vista lo merece: una inmensa serpiente de piedra estirada en el aire entre los dos extremos del Cofio, que extiende hasta tierra unos largos tentáculos, firmemente apoyados sobre el suelo, y que le sirven para enmarcar siete arcos: son los siete ojos a los que se refiere su sobrenombre. En algún momento podrá recordarte al más famoso viaducto, el de Segovia, transportado mágicamente hasta el medio del campo y recorrido en su cumbre por una borrosa telaraña de hebras horizontales, también llamada “catenaria”. Nos sirve de recordatorio de lo que sin duda es: una impresionante obra civil de comunicación que fue inaugurada hace ya siglo y medio, en 1864.