Museo de la Ciencia y la Técnica de Cataluña

Terrassa, Barcelona

Qué ver

Es difícil situarte en 1907 y ponerte en la cabeza del arquitecto Lluís Muncunill i Parellada, con el encargo de levantar en Terrassa una fábrica textil, un vapor, como se les conocía por usar aquel como fuerza motriz, donde trabajarán cientos de obreros. Es decir, un edifico funcional. Pero, al tiempo, eres un inquieto defensor del modernismo, que ha dejado ya su sello en la sede del ayuntamiento de Terrassa y ahora quiere evolucionar a nuevas formas. Así que te propones darle una vuelta de tuerca a la bóveda tradicional catalana, te pones manos a la obra y te sale algo totalmente diferente a lo visto: un conjunto de 161 tragaluces de bóveda de ladrillo plano, sostenido por medio de 300 pilares de hierro fundido que hacen a su vez de bajantes de agua. Y, para rematar el perfil, una chimenea de 42 metros. ¿Era consciente Muncunill de que su fábrica, el Vapor Aymerich, Amat y Jover (bautizado con el nombre de sus promotores) se iba a convertir en un edificio símbolo de Terrassa y su arquitectura modernista?

Hoy el edificio ya no es fábrica sino la sede del Museu de la Ciència i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC), el más visitado del entorno de Barcelona. Lo que sigue inalterado es su máquina vapor, convertida en uno de los principales reclamos del museo, que invita a darse una completa vuelta por el ambiente de una factoría textil de principios del siglo XX y conocer cómo era el proceso de transformación industrial de la lana, en una de sus exposiciones permanentes.