Finca Güell (jardines del Palacio de Pedralbes)

Barcelona, Barcelona

Qué ver

Detrás del muro que lo protege del bullicio exterior, se despliega en todo su esplendor uno de los jardines más señoriales de Barcelona. Si seguimos las pisadas sobre la tierra de aquellos que lo han visitado antes, nos llevarán hacia un espacio sombrío donde la luz apenas consigue atravesar las copas de los árboles. Entre penumbras, surcamos los caminos en busca de arquitectura. Fue el propio Gaudí el encargado de diseñar algunos de los elementos que lo decoran. Las huellas marcadas en el suelo nos llevarán primero hacia la pérgola cubierta de enredaderas que fue obra de este genial arquitecto. Más tarde, las marcas nos guiarán hacia la fuente de Hércules donde está representada la cabeza de un dragón que no expulsa fuego por su boca, sino agua. Nuestro camino por la finca no puede finalizar sin antes llegar a la plaza presidida por una escultura de Isabel II. Desde allí, es posible obtener una de las mejores perspectivas del palacio Real. La vegetación inglesa en forma de pradera lo abraza en uno de sus extremos. En su interior, el conjunto monumental alberga varios museos. Uno de ellos es de cerámica, otro de artes decorativas e, incluso, hay uno textil. Los jardines del palacio de Pedralbes constituyen la representación más fiel de un jardín de leyenda.