Parque de la España Industrial

Barcelona, Barcelona

Qué ver

Se dice que existen cuatro patrones en la Naturaleza. Cuatro elementos que constituyen su esencia y que se dan cita de manera armónica en el parque de la España Industrial. Todos conviven para formar un estado de equilibrio y sinfonía en el que predomina la perfección. El líquido puro, el agua, se desliza y juega como si fuera un niño en un estanque vigilado por las esculturas de Neptuno y Venus realizadas para la exposición internacional de 1929. Los patos y garzas han convertido este paraíso en su hogar. Su gran enemigo, el fuego, se sitúa muy cerca, vigilante, pero sin llegar a abrasar. El arquitecto Andrés Nogel ha construido un enorme y poderoso dragón de hierro a modo de tobogán gigante que impresiona a todo aquel que lo contempla. De momento, permanece inerte custodiando las profundidades del parque. Por su parte, la tierra intenta ser verde gracias a los prados, la tímida alegría de los sauces llorones y la vegetación típicamente mediterránea. Por último, el aire que se respira es curvo, sencillo y diferente. Las nueve torres faro se insertan entre un blanco graderío como si fueran gigantes piezas de ajedrez. Son las reinas de un tablero que otorgan un ambiente fresco al estanque. Situado no muy lejos de la estación de ferrocarril de Sants, el parque de la España Industrial es la representación melódica de los cuatro elementos naturales.