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Un terreno llano y miles de rincones que explorar. Foto: Pekebikers.

Rutas en bicicleta por el Delta del Ebro

Pedaleando con la tropa por las historias del Ebro

Actualizado: 13/07/2017

Los 320 m2 de superficie del Delta del Ebro no son solo un paraíso para aves y peces, sino que ofrecen un cúmulo de sensaciones para toda la familia y paisajes únicos: Río, mar, bahías, playas, dunas, salobrales, bosque de ribera, lagunas costeras y ojales. Te contamos dos rutas sencillas para hacer con niños por este parque natural.
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El Ebro es el río más caudaloso de España y su desembocadura, en la provincia de Tarragona, forma el Parque Natural del Delta del Ebro, una de las zonas húmedas más importantes de Europa. De hecho, parte de estas tierras ha sido catalogada como Reserva de la Biosfera de Tierras del Ebro. Otra parte, en torno al 70 %, es superficie cultivable con arrozales, huertas y frutales principalmente.

Reflejos en los arrozales, una estampa onírica. Foto: Pekebikers.
Reflejos en los arrozales, una estampa onírica. Foto: Pekebikers.

Su orografía es totalmente plana, perfecta para recorrerla en bicicleta o andando, y sus temperaturas, suaves la mayor parte del año, permiten pasear por los diferentes ambientes durante cualquier estación aunque, como los arrozales son los protagonistas del paisaje, es en los meses de siembra (entre mayo y junio) cuando ofrecen su mejor aspecto.

Un pequeño biólogo estudiando la variedad de aves del entorno. Foto: Pekebikers.
Un pequeño biólogo estudiando la variedad de aves del entorno. Foto: Pekebikers.

Hay tantas opciones e itinerarios diferentes que lo mejor es recorrerlo en función de los intereses de tu familia: miradores, lagunas, puntos de observación de aves, grandes arenales o dunas ofrecen unos paisajes que vale la pena disfrutar con calma. Para los menos aventureros, la empresa Deltacleta ofrece múltiples opciones para vivir la experiencia, alquiler de bicicletas eléctricas y recorridos cicloturistas para todos los niveles. En definitiva, que no hay excusa para no conocerlo. Nosotros llegamos al delta en bicicleta procedentes de las tierras altas de Teruel y nos encontramos con el Ebro pasado Bot, ya en Tarragona.

Al principio, los pekes se sorprendieron de lo inmenso que era pero, enseguida, la actitud de sorpresa dio paso al amor a primera vista, así que decidimos acompañar al Ebro hasta encontrarse con el Mediterráneo.

El trayecto está repleto de rincones apetecibles donde detenerse. Foto: Pekebikers.
El trayecto está repleto de rincones apetecibles donde detenerse. Foto: Pekebikers.

Desde Deltebre hasta Riumar

Una de las rutas para hacer en bici con la tropa es desde Deltebre hasta Riumar, o viceversa, siguiendo el GR-99, paralelo al Canal de l'Esquerra de l'Ebre, y alcanzando el puerto fluvial de Deltebre antes de llegar a Riumar.

En cualquier lugar hay una aventura. Foto: Pekebikers.
En cualquier lugar hay una aventura. Foto: Pekebikers.

Esta ruta es sencilla y relativamente corta por si tienes que portear a los pekes o parar con los que van en su propia bici, ya que solo te tendrás que enfrentar, de vez en cuando, a los famosos vientos del delta. Como decía Joaquín, el guía que nos lo enseñó desde una lancha (otro de los paseos que recomendamos más abajo): "Suele haber viento, y agradecidos hemos de estar porque seca el ambiente, si no el delta seria insufrible por la humedad".

Punto de observación de las aves. Foto: Pekebikers.
Punto de observación de las aves. Foto: Pekebikers.

Desde el Garxal a Riumar

Otra ruta que hicimos es la que recorre el Garxal bordeando su desembocadura hasta llegar a Riumar. Disfrutaréis pedaleando entre las lagunas, los islotes del Garxal y los humedales, parando en miradores como el Zigurat para observar aves con unas vistas del delta impresionantes.

La arena de la playa de Riumar, una de las paradas más divertidas para los niños. Foto: Pekebikers.
La arena de la playa de Riumar, una de las paradas más divertidas para los niños. Foto: Pekebikers.

Para poner el broche, un alto en el camino en el gran arenal de Riumar permitirá a los niños dar rienda suelta a los juegos de arena mientras los papis reponemos fuerzas en el chiringuito. Parece un plan redondo ¿no? Pues aún hay más, porque ninguna sensación es comparable con el momento en el que pedaleas de vuelta y te detienes en un último mirador para descubrir, a lo lejos, el atardecer teñido de rosa con las siluetas de los flamencos, una de las especies de aves emblemáticas del parque natural. Una imagen para no olvidar.

Familia en la borda. Foto: Pekebikers.
Familia en la borda. Foto: Pekebikers.

Un paseo en barca por el delta

Recorrer el delta en barca ofrece otra perspectiva del entorno. Para hacerlo existen desde grandes barcos con gran capacidad y algo impersonales, hasta barcos más tradicionales como Lo Roget.

Nosotros buscábamos un embarcación pequeña, coqueta y acogedora que me recordara a mi visita al delta de hace muchos años. La lancha de Joaquín, de Delta Game Fishing, es una de esas empresas familiares que te trasmiten cercanía desde el primer momento. Su vida es una de esas historias de segundas oportunidades, de alguien que deja atrás la rutina y el estrés de Barcelona para fijar su residencia en el delta y montar esta empresa de pesca.

La Isla de Buda vista desde el agua. Foto: Pekebikers.
La Isla de Buda vista desde el agua. Foto: Pekebikers.

Disfrutamos de un paseo muy agradable en los alrededores de la Isla de Budamientras escuchábamos mil relatos de boca de Joaquín, como la leyenda de la relación histórica entre la formación del delta y el desierto de los Monegros, pudiendo éste haber sido un bosque de sabinas que talaron de forma indiscriminada para construir La Armada Invencible, o la pesca de la angula en estas aguas o el porqué del nombre de Buda.

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