Compartir

{{title}}
{{buttonText}}
Recogiendo aceitunas con los más peques.

Oleoturismo en Toledo

Papá, ¡vamos a recoger aceitunas!

Actualizado: 15/11/2016

Fotografía: Johanna Saldón

Cambiar la ciudad por el olor de un campo de olivares se presenta como un gran remedio familiar para huir del estrés urbanita. En plena recolección de la aceituna, en una plantación en Toledo, tocamos, olemos, plantamos y comemos olivas. Y nuestros pequeños descubren que salen de un árbol, no del supermercado.
¡Llegan los cromos de Guía Repsol!
Descargar App

Es domingo y nueve familias recorren despacio los olivares centenarios de Proyecto Los Aires, una explotación familiar en Arcicóllar, Toledo, con algunos olivos de más de 200 años. Aquí nos esperan 1.400 olivos con los que producen 5.000 litros de aceite de la variedad cornicabra (una clase poco conocida, pero con un sabor amargo y picante, muy intenso, delicioso para el paladar).

España es el país del aceite y sorprende pensar que muchos de nuestros niños no tienen claro de dónde viene y cómo se fabrica el oro líquido. Así que pasamos una mañana de la mano de Rural It, la comunidad rural que propone originales planes en familia en la naturaleza, para que los pequeños hagan un master y entiendan todo el proceso viéndolo desde el origen. Tocar, oler, plantar y comer, ¡la mejor forma de aprender! Qué gran idea que los niños conecten con el ciclo productivo de los alimentos y que se combine lo didáctico con la diversión.

Los hijos de Johanna lo pasan pipa recogienda aceitunas. Foto: J.S.
Los hijos de Johanna lo pasan pipa recogienda aceitunas. Foto: J.S.

Con un grupo capitaneado por Guillermo Sánchez, un biólogo que se lió la manta a la cabeza para encargarse del negocio familiar, niños y adultos aprendemos dónde y cómo surgió el cultivo del olivo, o algunas curiosidades como que los olivos de más de 200 años se recolectan con mantas y peines que agitan la copa del árbol, para no estropear esos ejemplares tan delicados; o que en los olivos jóvenes sin embargo se utilizan tractores con pinza. Guillermo nos cuenta que recolectan anualmente 20.000 kilos de aceituna: "Realizamos la cosecha temprana para que la aceituna tenga mucho más sabor, si la dejas más tiempo se vuelve más aceitosa y no sabe tanto a fruta", nos explica.

¡Todo preparado! Foto: J.S.
¡Todo preparado! Foto: J.S.

Para un niño no hay mejor plan que darle una cesta o un bote y decirle que recolecte algo. Lo que sea. Castañas, hojas, piñas, setas, o en este caso, olivas. Es curiosa esta emoción por acercarse al trabajo del campo tan poco presente en nuestra vida diaria. Los que vivimos en las grandes ciudades perdemos a menudo el contacto con la naturaleza y este tipo de planes lo reivindican. Además estamos en una producción ecológica. Otra lección para los niños.

Guillermo cuenta que este proyecto nació un día que alguien vino a visitarles y les pidió que le enseñaran todo el proceso. Al hacerlo se dieron cuenta de que lo que tienen es algo desconocido. Así que decidieron abrirlo al público y sobre todo apostar por las familias. "El gran problema de nuestra generación es que estamos totalmente desligados del campo", matiza, "falta educación de cómo llega la comida a casa".

¡Ya sabemos plantar un olivo! Foto: J.S.
¡Ya sabemos plantar un olivo! Foto: J.S.

Niños, plantad vuestro propio olivo

Mientras los mayores continúan oyendo las curiosidades sobre el trabajo de la recogida de la aceituna, los niños tienen su propio taller. Para ellos es un momento divertido y didáctico. Les explican cómo hay que plantar la rama de olivo, la recogen, la preparan, ponen la tierra, la riegan y plantan su rama.

Los niños aprendieron a 'ordeñar' aceitunas. Foto: J.S.
Los niños aprendieron a 'ordeñar' aceitunas. Foto: J.S.

Sí, podéis recoger la aceituna

El momento cumbre para los pequeños de la casa es sin duda el de recoger aceitunas. Se reparten unos botes y los guías enseñan a los niños a "ordeñar" los árboles. Se trata de coger en la manita la rama del olivo y hacer un gesto como el que ordeña para que todas las aceitunas de la rama caigan. Para los pequeños eso es la felicidad máxima. Les dan absoluta libertad para elegir árbol e ir seleccionando ramas con la que van llenando sus pequeño tarros.

Cada niño se quedó con su bote para aliñarlo. Foto: J.S.
Cada niño se quedó con su bote para aliñarlo. Foto: J.S.

¿Cómo aliñar aceitunas?

Ya con el botín en la mano, Laura nos enseña que hay que dejar en agua las aceitunas de un mes a dos para quitarles el sabor amargo. Así que el grupo llena de agua los botes y se compromete a cambiarles el agua a diario durante ese tiempo. Además hay que añadir romero y ajo, que se reparten en unas bolsitas, para dar sabor a las futuras aceitunas. No hay nada mejor que ponerles a los niños un reto y una responsabilidad: ellos van a hacer sus propias aceitunas. Deberán encargarse de ellas durante un mes.

La mañana concluyó con una cata de aceites. Foto: J.S.
La mañana concluyó con una cata de aceites. Foto: J.S.

Hijo, prueba este aceite

Entre los aceites de oliva hay tantas diferencias que creo que todas las familias deberían conocer los interesantes detalles que cuentan en la explicación mientras se catan distintos aceites. Los distintos procesos para la obtención del aceite, aprender a distinguirlos a través de una cata a la sombra de los olivos y sobre todo aprender qué información te da la etiqueta de una botella, el color, la acidez… Llama la atención la gran diferencia de calidad que hay entre el aceite virgen extra y otros aceites, y sin embargo la escasa diferencia de precio. "El aceite Lampante es el que antiguamente se utilizaba para las lámparas, de ahí su nombre", explica Laura, "ahora ese aceite se refina, se rellena con aceite virgen y se comercializa". Es increíble descubrir la poca calidad de algunas cosas que comemos.

Un domingo de picnic es la vida mejor. Foto: J.S.
Un domingo de picnic es la vida mejor. Foto: J.S.

Un picnic entre olivos

La mañana termina de la mejor forma posible: probando las delicias de la zona regadas por aceite de oliva de calidad, hablando con otras familias mientras los niños juegan al aire libre rodeados de olivos. Hoy todos volverán a casa sabiendo cómo ordeñar un olivo y con un pequeño bote bajo el brazo que dentro de unas semanas serán sus primeras aceitunas de "producción propia".

* Puedes ver aquí los planes de Rural It y conocer aquí el Proyecto Los Aires