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Escaleras del Calvario en la ciudad de Pollença (Mallorca)

Rutas de senderismo por el interior de Mallorca

Cinco rutas mallorquinas que acaban en monasterios

20/10/2024 –

Actualizado: 08/10/2024

El otoño es el momento de descubrir la Mallorca de campo, que da la espalda al mar y que guarda innumerables tesoros. Algunas de las más bonitas rutas para caminar por el interior de Mallorca acaban en ermitas y monasterios, escondidas en las montañas, donde solo se escucha el silencio.
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Durante siglos, las montañas han servido de puntos defensivos, de puestos de vigilancia, de escondites y retiros. A las montañas se trasladaban las congregaciones religiosas para huir del mundo; por eso hay tantos monasterios que coronan las cimas de la Sierra de Tramuntana o la Sierra de Llevant, en Mallorca. Si antes servían de hogar a los monjes, ahora se han convertido en hospederías o lugares de retiro, en los que también se pueden degustar propuestas gastronómicas.

Escultura de un ángel en el camino al Monasterio de Lluc (Mallorca).
El interior de Mallorca ofrece varias rutas por la naturaleza.

Los monasterios son lugares de peregrinación y muchas rutas senderistas acaban en estas pequeñas ermitas, que premian al caminante con lugares idílicos, humildes tesoros arquitectónicos y vistas espectaculares. Proponemos 5 rutas fáciles que descubren la Mallorca más tranquila y rural.

1.- De Caimari al Monasterio del Lluc. Espiritualidad en plena Sierra de Tramuntana

El monasterio y lugar de peregrinación más importante de Mallorca está emplazado en uno de los enclaves más sorprendentes de la isla, envuelto por el espesor de la Sierra de Tramuntana, a 400 metros de altitud. Un lugar elegido por los antiguos para el retiro, el silencio y la oración. Cada primavera se organiza una marcha legendaria conocida como Lluc a Peu (Lluc a Pie), que se realiza durante una noche desde Palma hasta el Monasterio del Lluc, al que se llega al amanecer.

Senderistas camino al Monasterio de Lluc (Mallorca).
La frondosa vegetación de la Sierra de Tramuntana nos acompaña en esta senda.

El templo fue construido en el siglo XVII para rendir homenaje a la virgen de tez oscura conocida cariñosamente como La Moreneta, la más importante de la isla. Los creyentes acuden para pedirle favores; pero, aunque no se tengan peticiones urgentes, la visita a este monasterio bien merece la pena. No solo por el propio santuario, una basílica de estilo Renacentista presidida por la imagen de la patrona de la isla, la Virgen de Lluc; sino por el Museo, con pinturas, esculturas y hallazgos arqueológicos, y por el Jardín Botánico, un vergel con más de 200 variedades de plantas diferentes. Y, si se tiene la suerte de que la visita coincide con la misa de los domingos, se podrá escuchar a los blauets, un coro formado por niños que cantan como los ángeles. Aquí se organizan retiros y prácticas espirituales y hay la posibilidad de pernoctar en la Hospedería Santuario de Lluc (971 871 525).

Área de descanso en el camino hacia el Monasterio de Lluc (Mallorca).
Áreas de descanso y miradores en esta concurrida ruta.
Ciclistas en el camino hacia el Monasterio de Lluc (Mallorca).
También es habitual ver a ciclistas en este camino.

La ruta de senderismo transcurre por el antiguo camino de peregrinaje al Monasterio de Lluc que atraviesa el paisaje de la Serra de Tramuntana y para retornar al punto de partida hay un autobús entre el Santuario de Lluc y Caimari. Se inicia el recorrido en la calle de Nostra Senyora de Lluc, en Caimari. Se debe salir de la población por la carretera Ma2130 Inca-Lluc, que se abandona en la primera curva a la derecha, para tomar el primer tramo del Camino Viejo de Lluc, que es el que se seguirá a lo largo del itinerario.

Interior del Monasterio de Lluc (Mallorca).
Lluc es el lugar de peregrinación más importante de Mallorca.

Se trata de un sendero empedrado, cuyo recorrido se conserva excepto en algunos tramos, que ha sido absorbido por la carretera. El paisaje es de pinos, olivos y encinas, entre otras especies arbóreas, además de paredes de pedra en sec, una técnica mallorquina de levantar muros prescindiendo totalmente de mortero o argamasa. En ciertas ocasiones, se emplea arena seca para rellenar los huecos de la pared, de ahí su nombre. En el apacible camino hay puntos despejados que hacen las veces de miradores, desde donde pueden contemplarse panorámicas de diferentes partes de la isla.

Distancia: 8 km. Duración: 2 h (solo ida). Dificultad: leve. Ruta circular.

2.- De Pollença al Santuario de Puig de María. El amanecer más hermoso de Mallorca

Cuentan que el Santuario de Puig de María fue construido en el siglo XIV para implorar protección a la Virgen María durante la epidemia de la Peste Negra. El lugar escogido no fue casual; ya que, según sostiene la tradición, allí se había encontrado una talla de la Virgen cuando un grupo de pollensines subieron atraídos por extraños fenómenos luminosos. La iglesia corona la ciudad de Pollença, desde un alto (325 metros sobre el nivel del mar) en el que se ven las bahías de Pollença y Alcudia, la Sierra de Tramuntana y la Albufera de Pollença. No pocos aseguran que este desde este mirador se ven los amaneceres más bonitos de Mallorca.

Santuario Puig de María (Mallorca)
El santuario Puig de María corona la ciudad de Pollença. Foto: iStockphoto

El santuario fue pequeño convento de clausura y, posteriormente, residencia para hijas de la nobleza. Hoy esta amurallado y consta de una ermita, una torre de defensa y una zona de recreo con bancos, mesas y un lugar donde se puede hacer barbacoa en los meses de invierno. Hay también un restaurante, famoso por su arroz brut, y una hospedería con celdas disponibles para pernoctar (971 184 132) abierta todo el año.

Vista de Puig de María (Mallorca).
Hoy el antiguo convento es hospedería y restaurante.

El ascenso al Puig de María tiene, aproximadamente, 333 metros y comienza en el punto kilométrico 51.9 de la carretera Ma-2200, pegada a la entrada de Pollença. Existe un único camino que no tiene pérdida, además de existir varios indicadores de madera. La mayor parte de la ruta es por carretera, hasta llegar a un punto donde se convierte en camino de piedra y la subida se vuelve más empinada. Este tramo es el más difícil y tiene una duración aproximada de 15 minutos, pero la recompensa bien merece la pena.

Distancia: 6 km. Duración: 1:30 h (solo ida). Dificultad: media. Ruta lineal (la vuelta tiene una pequeña variación o un atajo).

3.- De Felanitx a Sant Salvador. Una ruta llena de monumentos

El Puig de Sant Salvador está en el término municipal de Felanitx, y se trata de una montaña de 509 metros de altura, coronada por un santuario, un antiguo convento reconvertido en hotel y un monumento a Cristo Rey con unas vistas privilegiadas. Este lugar es el segundo punto de peregrinación en Mallorca, después del Monasterio del Lluc.

Ermita de Sant Salvador (Mallorca).
El Puig de Sant Salvador, a 509 metros de altitud.

A 1,5km de la salida de Felanitx hacia Portocolom encontramos el acceso al Puig de Sant Salvador, inicio de nuestra ruta, donde hay un aparcamiento. Aunque se puede subir por la carretera asfaltada, lo suyo es tomar el sendero, bien señalizado y lleno de sorpresas, hasta nuestro destino.

Lo primero que nos encontramos, después de una curva, es Sa Capelleta, una pequeña capilla donde la tradición narra que un pastor, conducido por una señal celestial, encontró la imagen de la Virgen. El diseño de la diminuta iglesia es de Antoni M. Alcover y se levantó en 1910. Pasado este monumento, enseguida encontramos la primera estación de un Vía Crucis del siglo XIX, que nos acompañará hasta la llegada al monasterio. Se trata de pequeños postes de piedra que enmarcan un azulejo con la imagen de cada capítulo de la pasión de Cristo.

Cruz de Es Picot en el Puig des Milà (Mallorca).
La Cruz de Es Picot se alza sobre el Puig des Milà.

El camino es interceptado, en tres ocasiones, por la carretera antes de llegar al Puig des Milà, donde se alza la grandiosa cruz de Es Picot. Hay registro de que a finales del siglo XIX ya había una cruz de madera. En 1927 fue sustituida por una de hierro, que un temporal derribó, y en 1951 se construyó la actual. Las vistas desde este otero son magníficas e incluyen una de las possessions más emblemáticas de la zona, Es Fangar.

Dos atajos más nos sitúan ya en la gran explanada de la cima, que también sirve de aparcamiento. En el extremo sureste se levanta el espectacular monumento a Cristo Rey, obra de Tomàs Vila (1934), y en su base se encuentra el maravilloso Mirador de Lluny. Desde este punto la panorámica alcanza la Sierra de Tramuntana, la Sierra de Llevant, Es Pla (la planicie central de la isla) e, incluso, las penínsulas de Ferrutx y Formentor.

Interior de la ermita de Sant Salvador (Mallorca).
Interior de la ermita de Sant Salvador.

Al otro lado se encuentra la ermita y el antiguo monasterio, convertido ahora en Sant Salvador Hostatgeria (971 515 260), tras trasformar las antiguas celdas de los monjes en confortables y sobrias habitaciones. En la sala que da acceso a la iglesia hay un pequeño museo con los maillots del seis veces campeón del mundo de ciclismo de pista Guillem Timoner, natural de Felanitx, que acostumbraba a donar sus camisetas a la Virgen, en agradecimiento a su inestimable colaboración.

Distancia: 4,2 km. Duración: 2:30 h (solo ida). Dificultad: baja. Ruta circular.

4.- De Inca al Puig de Santa Magdalena. En el corazón llano de la isla

La ruta empieza en el matadero municipal (escorxador) de la localidad de Inca, en el centro de la isla. Desde aquí se gira a la izquierda por el Camí Vell d’Alcudia, que será abandonado enseguida para tomar el Camí de Rasquell, que cruza la autopista Ma-13 por un túnel. A la salida del mismo hay que seguir de frente, continuando el Camí de Rasquell que, a partir de aquí, está integrado en la ruta senderista GR-222.

Fachada de la ermita de Santa Magdalena (Mallorca).
De estilo gótico, se cree que su origen es del siglo XIV.

Estamos en Es Pla, la zona de llanos del centro de la isla, donde se recorta la silueta de la Sierra de Santa Magdalena. Seguimos en nuestra ruta, obviando los desvíos que vemos a ambos lados hasta llegar a Camí Vell de Santa Magdalena, un desvío a la izquierda. El GR-222 continúa hasta la siguiente desviación y lo alcanzaremos más adelante.

Al cabo de un rato llegamos a la carretera-camí de Santa Magdalena, que cruza perpendicularmente. Aquí hay que girar a la derecha hasta ver, a mano izquierda, unos peldaños que constituirán un pequeña atajo que nos ahorrarán una buena curva de la carretera asfaltada. Seguimos hasta que llegamos a la siguiente curva, de la que sale un sendero que conduce al Puig de Santa Magdalena.

Vistas de Es Pla en la subida del Puig de Santa Magdalena (Mallorca).
Vistas de Es Pla, la parte más llana de la isla.

Estamos en el típico camino de montaña, con una fuerte subida al principio, que transcurre por una zona de bosque (pinos, encinas, acebuches). En el siguiente cruce hay que desviarse a la derecha, en un terreno más llano. Enseguida veremos la silueta de la Cruz de Minyo. Esta cruz de piedra data de 1901 y en su base hay dos nichos vacíos que, antiguamente, albergaban imágenes del Corazón de Jesús y de Santa Magdalena. Este monumento es también un mirador que alcanza la bahía de Alcudia, la Sierra de Tramuntana y Es Pla. Muy cerca está otro monumento que hay que ver. Se trata del Vértice Geodésico, una columna que señala el punto más elevado de este Puig, 354 m de altitud, lo que lo convierte en otro mirador excepcional. En este lugar se han encontrado restos de un reducto fortificado de la época talayótica.

Detalle del pozo del patio interior de la ermita de Santa Magdalena (Mallorca).
Detalle del pozo del patio interior.
Retablo de ermita de Santa Magdalena (Mallorca).
El retablo rinde culto a Santa Magdalena.

Volviendo de nuevo a la cruz, tomamos un sendero que desciende por una pendiente muy inclinada, conocido como Coster dels Frares. Es posible que haya que ayudarse con las manos para no resbalar y caer. Al final del mismo hay un ancho camino con barandilla de madera que nos lleva a un área recreativa con bancos, mesas y barbacoas. Estamos ya en la parte final de la camina, hay que ir a la Puig de Son Sastre, siguiendo la carretera y subiendo 88 escalones de piedra, que nos dejarán en la explanada de la ermita. La iglesia es una pequeña capilla de construcción gótica de origen medieval (siglo XIV). La fachada es sencilla, con rosetón y campanario, y en el interior está el retablo principal, que rinde culto a Santa Magdalena. Hay también la Casa del donat (la persona que cuida el oratorio) y un restaurante (871 870 199) para recuperar fuerzas.

Distancia: 12 Km. Duración 3 h (solo ida) .Dificultad: baja. Ruta circular.

5.- De Petra a la ermita de Bonany. Tras los pasos de Fray Junípero Serra

Petra no solo es un pintoresco pueblo en la región central de Mallorca, conocida como Es Pla, sino también el lugar de nacimiento del misionero y fraile franciscano Fray Junípero Serra, fundador de California, por eso hay tantos monumentos y referencias a esta figura, más venerada en EEUU (con representación en el salón Nacional de las Estatuas del Capitolio de Washington) que en España.

Bonany: Ermita de Nosta Senyora de Bonany
Ermita de Nosta Senyora de Bonany. Foto: iStockphoto

La ruta parte del Peu del Bonjesus, una piedra del mismo nombre. Desde aquí se toma el Camino de Bonany, inicialmente asfaltado, hasta que se llega a una bifurcación que entronca con el Camino Viejo de Bonany, que es el que debemos tomar. La parte final de la subida es por una escalinata de piedra donde destaca una gran cruz colocada en honor al ilustre hijo de Petra.

La ermita de la Mare de Deu es una de las bonitas de la isla. Se trata de un santuario historicista, ya que se levanta sobre un templo barroco (1697-1919). La imagen de la madre de Dios, muy venerada en la isla, es de madera y está sentada con el niño en los brazos. La leyenda de la Virgen de Bonany coincide con muchas narraciones de la cultura popular que cuentan como la imagen fue escondida por los cristianos en una cueva durante la dominación árabe. Tras la Conquista de Mallorca por Jaime I de Aragón, en 1229, fue encontrada por un pastor en una cueva.

Frontal de la ermita de Mare de Deu de Bonany
Una de las ermitas más bonitas de la isla. Foto: iStockphoto

Como otras muchas ermitas, esta también cuenta con una hospedería (971 561 101) con celdas y servicios para los peregrinos, que se pudo en marcha en 1917 y que sigue funcionando a día de hoy. Desde 1896 hasta 1990 el santuario fue habitado por ermitaños.

Distancia: 3,4 km. Duración: 1:30 h (solo ida). Dificultad: baja. Ruta circular.

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