Compartir

{{title}}
{{buttonText}}
Una fuente refresca permanentemente al ambiente.

Bares en Santiago de Compostela con terrazas veraniegas

Verano gallego al fresco

23/06/2024 –

Actualizado: 19/06/2024

Fotografía: Adrián Baúlde

Para los días calurosos de verano, los compostelanos tienen sus refugios, zonas verdes y rincones en los que la sombra, el río y el frescor de la vegetación se alían para crear pequeños oasis en los que dejar pasar las horas centrales del día. Te descubrimos alguna de las terrazas de Santiago de Compostela más apetecibles.

Chove en Santiago, escribió García Lorca en uno de sus Seis Poemas Gallegos. Y no fue el primero ni será el último. Santiago de Compostela es una ciudad lluviosa y quizás ahí reside parte de su encanto. Pasear bajo los soportales o ver llover ahí fuera, tras la ventana de un café, son experiencias que cualquier visitante debería tener.

El hotel se encuentra a un paso de la plaza de San Martiño Pinario.
El hotel se encuentra a un paso de la plaza de San Martiño Pinario.

Pero, aunque el tópico no lo recoja, lo cierto es que en Santiago también puede hacer calor, especialmente en los meses de verano en los que llega la mayor parte de los visitantes atraídos por el buen clima en el Camino de Santiago y por la cercanía de la costa. Para esos días de altas temperatura, lo mejor es escaparse a uno de estos refugios.

1. La terraza del Hotel 'Costa Vella'

Su portón a la calle Porta da Pena, desde el que se ve la entrada a su jardín, es seguramente una de las fotografías más repetidas por los turistas que pasan por la zona norte del casco histórico. Y es que en la parte de atrás de esta casona a un paso de la plaza de San Martiño Pinario, se esconde uno de los rincones con más encanto del casco histórico de la ciudad. A punto de cumplir 25 años abierto al público, el hotel 'Costa Vella' (Solete Guía Repsol) cuenta con un jardín lleno de rincones en los que dejar pasar el tiempo.

Una fuente refresca permanentemente al ambiente.
Una fuente refresca permanentemente al ambiente.

En el centro, una fuente refresca permanentemente al ambiente. A un lado, la parra que recorre el muro es seguramente la sombra más buscada los días de calor; al otro, las mesas se dispersan aquí y allá, medio escondidas entre árboles frutales y plantas ornamentales. Desayunar aquí un día soleado, disfrutando de ese sol y sombra, es una de las mejores formas de empezar el día en Santiago de Compostela.

Las mesas se dispersan aquí y allá, medio escondidas entre árboles frutales y plantas ornamentales.
Las mesas se dispersan aquí y allá, medio escondidas entre árboles frutales y plantas ornamentales.

2. 'Café Bar Granell'

El gran atractivo de este café, situado en un barrio residencial de la zona sur de la ciudad, es su ubicación, rodeado de vegetación por todos sus lados. El parque Eugenio Granell se encuentra a medio camino entre los barrios de Pontepedriña y O Paxonal, a poco más de 300 metros de uno de los principales centros comerciales del sur compostelano. Allí, en lo que fuera la finca de una antigua casona demolida a finales del S.XX, se halla uno de los parques más tranquilos del casco urbano, ocupando una ladera que mira hacia el centro de la ciudad.

 El 'Café Granell' es un edificio moderno con terraza cubierta.
El 'Café Granell' es un edificio moderno con terraza cubierta.

En la parte más baja, el río Sar atraviesa el parque entre robles centenarios. Hay un paseo que recorre su orilla y que es un buen plan para un día de calor. Más arriba, la ladera cuenta con zonas arboladas en las que disfrutar de la sombra y con amplias praderas en las que sentarte al sol. Y, en medio de una de estas, el 'Café Granell', un edificio moderno con una terraza cubierta, pero abierta por tres de sus lados al parque, con vistas espectaculares del entorno.

El Café se encuentra en pleno parque Eugenio Granell.
El Café se encuentra en pleno parque Eugenio Granell.

Sentarse allí, pedirse un café con hielo en una tarde calurosa y dejar pasar las horas, quizás con un libro, mientras la brisa del atardecer empieza a levantarse, es un gran plan de verano que puede complementarse luego visitando algunos de los locales imprescindibles de esta zona sur de la ciudad, como el restaurante 'Paz Nogueira' (Solete Guía Repsol) o, por qué no, acabar con uno de los muchos conciertos que suele organizar el vecino 'Bar Flamingo'.

3. 'Café Bar Granxa do Xesto'

Hacia el oeste de la ciudad la mole del Monte Pedroso domina siempre el paisaje. Puede verse desde la plaza del Obradoiro, desde el mirador de A Porta da Pena o desde el de Belvís, asomando por detrás de la ciudad vieja. El Pedroso ha sido siempre un lugar para los compostelanos. Alejado del turismo, cuenta con senderos hasta su cima, desde la que hay algunas de las mejores vistas de la ciudad. Pero en los últimos años, además, se ha recuperado buena parte de su parte más baja, la que está en contacto directo con los barrios urbanos de Santiago, para convertirla en zonas de ocio. Allí se encuentra la 'Granxa do Xesto'.

La cafetería es un buen pretexto para descubrir este entorno.
La cafetería es un buen pretexto para descubrir este entorno.

Puedes llegar hasta allí en un paseo de un par de kilómetros desde la catedral de Santiago, cruzando el río Sarela por el bonito Ponte do Asén y atravesando algunos barrios tradicionales, o puedes hacerlo usando la línea 9 de los autobuses urbanos. Desde su final de trayecto tienes poco más de 10 minutos de paseo. Si lo haces en coche, aparca junto al bosque de castaños de la entrada y piérdete por los senderos que ascienden por la ladera.

Vista de la ladera del Pedroso.
Vista de la ladera del Pedroso.

Uno de esos caminos lleva hasta dos lagunas que se alimentan del agua de un manantial que está unos metros más arriba. Otro, cruzando el bosque, sube hasta el Café, un pabellón en la parte alta de la ladera con una agradable terraza que mira de frente a los abedules y en la que casi siempre corre una brisa agradable.

Vistas de la Catedral de Santiago desde el 'Café Bar Granxa'.
Vistas de la Catedral de Santiago desde el 'Café Bar Granxa'.

Sentarse aquí, disfrutando de la calma, rodeado solamente por el sonido del viento entre los árboles, hace que olvides que la ciudad está ahí a tus pies. Aunque lo recordarás cuando, volviendo, te encuentres justo de frente con una de las más espectaculares vistas de la catedral. En realidad, la cafetería es un buen pretexto para descubrir este entorno tan bonito como poco conocido por los foráneos.

4. Cafetería 'Playa Fluvial de Chaián'

La cafetería de 'Chaián' es lo más parecido que encontrarás en Santiago a un chiringuito. Porque Chaían es lo más parecido a una playa. Ha sido siempre, de hecho, el lugar al que los compostelanos han ido a bañarse en el río, un remanso cercano a la ciudad perfecto para los días de más calor. La playa fluvial de Chaián, a unos 8 kilómetros del centro, es un auténtico refugio en los días de calor. Lo intuyes en cuanto dejas atrás la ciudad y comienzas a bajar al valle del río Tambre. El bosque se va haciendo más espeso y se va acercando más a la carretera a cada paso.

La playa fluvial de Chaián.
La playa fluvial de Chaián.

De pronto, cuando llegas a la parte baja, se abre para dejarte ver el río entre robles, madroños y acebos. Cuesta recordar que acabamos de dejar atrás, apenas hace un par de kilómetros, un polígono industrial. Esta orilla, la compostelana, es un poco más salvaje. Hay alguna mesa, puede que un par de bancos, la gente se tumba junto al río, buscando los lugares más cómodos para entrar al agua. Si cruzas el puente, sin embargo, encontrarás una zona de aparcamiento, un sendero que se interna entre los árboles. Y la cafetería. Aquí estamos ya fuera de Santiago, en territorio del ayuntamiento de Trazo, que tiene en este punto su principal atractivo turístico.

La cafetería sólo abre en verano.
La cafetería sólo abre en verano.

La cafetería, que abre solamente durante los meses de verano, está en la entrada del recinto, pero antes de visitarla vale la pena explorar la zona, internarse por ese sendero que va por la orilla, saltando de islote en islote mediante puentes de madera, mientras el valle se va cerrando alrededor. Hay pequeños arenales, zonas en las que el río se calma, en los que darse un chapuzón. A pocos metros, en el cauce principal, no es raro ver patos silvestres.

Un entorno natural idílico.
Un entorno natural idílico.

Y de regreso, esas mesas bajo los árboles enormes, protegidas del calor del verano, son un auténtico lujo. El mejor plan aquí es disfrutar de una jornada de terraza y baños, sin prisas, sin horarios, exprimiendo, con una cerveza helada, la tarde de verano. Eso sí, ten en cuenta que en fin de semana el lugar se anima.

5. 'Vucciria'

De vuelta a la ciudad, por mucho que el sol apriete todavía nos quedan opciones. El barrio de Galeras está a un paso del centro, apenas 300 metros de la catedral, pero el ambiente aquí es completamente distinto. Se trata de una zona residencial, tranquila, reformada hace un par de décadas, que está dominada por un gran parque a la orilla del río: el parque de Galeras. Junto a él, literalmente a un par de metros de la hierba, te encontrarás con la terraza de 'Vucciria' (Solete Guía Repsol), una de las pizzerías más interesantes de la ciudad.

Federico Li Volsi es siciliano, de Palermo.
Federico Li Volsi es siciliano, de Palermo.

No llegues pensando en una pizzeria de estilo napolitano clásico, porque no es eso lo que te vas a encontrar. Federico Li Volsi es siciliano, de Palermo, y lleva tiempo trabajando como cocinero en Santiago. Hace un par de años decidió abrir esta pizzería, cuyo nombre es un homenaje al principal mercado de su ciudad natal, y para ello fue a formarse a Roma. El resultado es un local sin más pretensión que dar de comer sabroso, sencillo, de esos de clientela habitual y ambiente siempre animado. Aquí las pizzas son rectangulares, grandes, de masa fina, perfectas para compartir.

Aquí las pizzas son rectangulares, grandes, de masa fina, perfectas para compartir.
Aquí las pizzas son rectangulares, grandes, de masa fina, perfectas para compartir.

El mejor plan para acabar una jornada calurosa de verano puede ser reservar mesa en su terraza al atardecer, pedirse una de sus pizzas -si no te decides no te preocupes, puedes pedir que te hagan una mitad con unos ingredientes y la otra con otros- acompañarla con un spritz, otra de las señas de identidad de la casa, y ver como el sol se pone tras la colina, al otro lado del río.

'Vucciria', una de las pizzerías más interesantes de la ciudad.
'Vucciria' es una de las pizzerías más interesantes de la ciudad.

Alcachofas, queso de cabra y un toque de miel; jamón, Grana Padano y rúcula; mozzarella, guanciale, pecorino romano y un toque de pimienta… tú eliges. La carta es breve, pero tentadora. Si tienes suerte, puede que haya un concierto en el parque, algo muy habitual en las noches estivales. Si es así, pídete otro spritz, olvídate de las prisas y limítate a disfrutar de este Santiago, que quizás no es el que imaginabas, pero que tiene mucho que ofrecer, incluso cuando el calor es el protagonista.

Te puede interesar