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Olèrdola

Viaje de la Prehistoria a la Edad Media

La montaña de Olèrdola ha sido un enclave estratégico habitado sucesivamente por el hombre desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media; fue poblado íbero, campamento militar romano y ciudad de frontera a principios del siglo X. El curso de esta historia trepidante se puede conocer de cerca con la visita al Conjunt Monumental del Castell d’Olèrdola. De la época romana son la muralla (siglos II-I a.C.), que defendía el punto de la montaña que no está rodeado de riscos, y la cisterna excavada en la roca, única en el país por su capacidad de 350.000 litros.

De la Edad Media son la Iglesia de Sant Miquel, encaramada en lo alto de la colina del mismo nombre y que conserva el ábside prerrománico; la necrópolis del Plà dels Albats (siglos X-XI), con un centenar de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, las ruinas de la Capilla de Santa María y diversas estructuras de calles, casas y silos. Es muy recomendable la visita al centro de interpretación que exhibe abundantes objetos y añade información sobre el yacimiento. Todo ello forma parte del Parc Natural d’Olèrdola, de gran valor paisajístico y etnológico que también alberga pinturas rupestres y masías diseminadas que mantienen su vocación agrícola estrechamente vinculada al territorio, con la viña como principal recurso.

En el núcleo de Moja se encuentra una primitiva torre de defensa circular, alrededor de la cual nació la villa. Dentro de este mismo núcleo se encuentra la iglesia románica de Sant Esteve de Moja y la bodega cooperativa de estilo modernista. 

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